martes, 2 de junio de 2020

Mirando al Mar

Recuerdo a mi madre contándome como era su vida, de niña y joven, en La Palma, no es que a ella le gustara mucho rememorar aquellos días, cada vez que lo hacía se le aguaban los ojos, pero yo le preguntaba, quería imaginar como era aquello, en la aldea de Mirca, y ella me complacía.

Me decía que al ser una isla, aunque viviera en el campo, y de pequeña hiciera labores de labriega o cabrera,  siempre veía el mar, aquel mar que tantos usaron como vía de escape, emigrando, para buscar una vida mejor cuando eran tan malos tiempos, los de la guerra y la posguerra, como ella misma hizo a mediados de la década del los 50's del siglo pasado.

Las islas canarias al ser de origen volcánico tienen, por lo general, poca franja de costa, y los cultivos se hacían en las laderas y hasta en los riscos. Así que yo crecí con aquella imagen en mi cabeza, fantaseando sobre como se veía desde el campo, en medio de huertas, el horizonte, al mar y al cielo.

Al pasar de los años pude viajar y ver aquellos paisajes en persona, un campo con huertas, canteros que decía ella, y desde ahí, mirar al mar. Deseaba reflejar esa imagen en una obra, más para ilustrar la fantasía de mi mente infantil, que la que luego vi en la realidad.

Para hacerlo pensé que qué mejor que con los tejidos de mi madre y así surgió la idea de este cuadro.



Fotografía cortesía de Julio César Mesa Arboleda.


En 'Hilos de la Memoria'

En el plano se ve la ubicación del cuadro en la sala de exposiciones de la Casa de Cultura de Valdemorillo, como parte de 'Hilos de la Memoria'.

El área en verde es donde está ubicado 'Mirando al Mar'



Desarrollo de la idea

Quería hacer el cuadro con las bufandas más coloridas de mi madre, combinándolas para con la composición conseguir ese paisaje donde se viera mar, cielo y tierra. Tenía el marco para hacerlo y me puse a hacer las pruebas combinando las bufandas que tenía disponibles.


Una de las pruebas, solo con bufandas de mi madre.


La parte terrestre la tenía, todas esas franjas de colores de diferentes anchos me parecen los canteros vistos de lejos, plantados con diferentes cultivos y los oscuros como la tierra volcánica canaria.
Para el cielo y el mar no encontraba una bufanda con los azules que me dieran el efecto que deseaba. Así que me fui con el cuadro y la propuesta al Taller 'La Higuera', donde Ana del Burgo.

Le expliqué lo que quería, me enseñó una pieza preciosa de ella, en tonos azules, ideal para completar lo que tenía pensado: allí mismo en la mesa de su taller me puse a unirlo con los imperdibles dorados, con los que ya llevaba montados las otras tres bufandas que representan los canteros.

Es una pieza azul, diferente, mucho más ancha que las bufandas, me dijo que ese tipo de capas cortas se llaman bolero, lo asocié inmediatamente con las canciones del género musical cubano, extendido y popular en toda hispano-américa, porque en la banda sonora de mi infancia y adolescencia hubo muchos boleros, cantaban al desamor y acompañaban a mi madre y a mi madrina casi siempre mientras trabajaban.

Como lo que quería era una vista al mar me vino a la cabeza el título "Mirando al Mar" y la letra de aquel bolero que decía: 'Mirando al mar soñé que estabas junto a mi…' del español Jorge Sepúlveda, también muy popular en su momento. Pueden verlo y escucharlo en este enlace  https://youtu.be/4xFB5zwWiEM

Para darle más personalidad decoramos al conjunto con un gran sol y un pequeño velero.



Al final resultó un cuadro realizado con tres bufandas, tejidas por mi madre, y un bolero, un sol y un velero, tejidos por Ana.



El ganchillo debería ser patrimonio cultural inmaterial de la humanidad


Ver a mi madre toda la vida tejiendo al ganchillo, me hizo apreciar esta labor, tengo la sensación que actualmente no está tan bien apreciada, se cree que es algo pasado de moda, por eso parte de nuestro propósito con este proyecto es aportar un grano de arena para dar visibilidad y poner en valor el oficio de ganchillera.
El ritmo de vida moderno no permite que se teja tanto como lo hacían nuestras abuelas, pero lo sigue haciendo mucha gente, al preguntarles porqué lo hacen, mayoritariamente comentan que sienten una sensación de bienestar al practicarlo, que es adictivo porque no pueden parar de tejer una vez que aprenden y se ponen a hacerlo; o porque les proporciona una forma de crear sus propios diseños.
Es una actividad perfectamente compatible con el consumo responsable, para crear ropa para usar, de las que duran toda la vida, no para consumir y tirar que es la tendencia que marca la industrialización.
Adicionalmente tejer, el ganchillo en particular, es bueno para la salud, mantiene las mentes activas, pues hay que llevar la cuenta de los puntos, fijarse muy bien en lo que se está haciendo para poder realizar los diseños, por eso se utiliza en terapias ocupacionales, para ayudar en enfermedades degenerativas como el alzheimer.
Con todas esas buenas características ¿No debería ser Patrimonio de la Humanidad?



Emigrar

A veces se migra con ilusión, pero la mayoría de las veces por necesidad, hay millones de vivencias, tantas como migrantes ha habido en la historia de la humanidad. Mi madre emigró desde La Palma a Caracas en el año 1954, pudo regresar a su tierra en 1976, 22 años después, de visita, con un viaje pagado con mucho trabajo y esfuerzo, decía que todo estaba muy cambiado, era lógico que fuera así. Ese fue un viaje que hice con ella, la acompañé en sus emociones de los reencuentros y ella me acompañó a mi, a descubrir su tierra, la de mis orígenes, que tanto había imaginado.

Con mi madre en el mirador del Time, La Palma, 1976


Mi madre en Tenerife, 1976
Mi madre en Tenerife, 1976. Con el mar al fondo.


Un momento divertido con la Guacha en los paseos por las islas, 1976



Síguenos

Ya se puede volver a visitar la exposición, con todas las medidas sanitarias reglamentarias, en horarios y grupos reducidos. Hay que pedir previa cita en el número de teléfono 91 897 76 15 o escribiendo a la dirección de correo electrónico cultura@aytovaldemorillo.com.



Si no puedes desplazarte para una visita en persona te invitamos a seguirnos y comentar tus impresiones y/o experiencias en este blog, o en nuestras redes sociales:

Facebook https://www.facebook.com/hilosdelamemoria/ o

Instagram https://www.instagram.com/hilosdelamemoria/

Nos pueden identificar tanto en Facebook, como en Instagram como @hilosdelamemoria



Hasta luego y ser felices,

Reinaldo Zamora Pérez

4 comentarios:

  1. Precioso el cuadro de Mirando el Mar, que rápidamente evoca la canción del mismo título y te remonta a algún atardecer pleno de amor y juvenil entusiasmo extasiado ante la grandeza de un espectáculo de tan grande magnitud y belleza.

    ResponderEliminar
  2. Maravillosa la historia de esta obra, increíble todo lo que significa para el autor la unión de unos cuantos tejidos, y como nos traslada a esos paisajes, a esos momentos vividos.
    Gracias por abrir tu historia a todos!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias a ti Ana, por tu generosidad, por tanto que hemos compartido y seguimos compartiendo en este proyecto.

      Eliminar