lunes, 29 de junio de 2020

La Montaña de la Felicidad

La felicidad ¿Cómo alcanzarla?

Este escrito es un revisado, ampliado y actualizado, de mi publicación de febrero de 2020 sobre el mismo tema.

Siempre había escuchado que la sensación de lo que llamamos felicidad se alcanza y se mantiene cuando hacemos cosas que nos gustan. Yo lo vengo experimentando hace tiempo, soy feliz, creo que no me tiene que avergonzar reconocerlo. Incluso me atrevería a decir que puedo ayudar a otros a ser un poquito más felices, por eso me puse como reto incluirlo en este proyecto "Hilos de la Memoria".

De igual forma me venía preguntado ¿por qué yo si puedo ser feliz y otras personas parecen vivir tristes o amargadas?, también me había preguntado ¿habrá estudios científicos que avalen mi experiencia?, ¿que digan que ocuparnos en lo que nos gusta es una parte muy importante para ser feliz?, y me puse a averiguarlo, por suerte existe Google, que todo lo cuenta.

A tope de power

Una vez hechas mis indagaciones, y pensando en escribir sobre este tema, coincidió que salí del encierro creativo en el que estuve en esos días de preparación de este proyecto, era febrero, me fui al Pabellón de Fiestas a ver como iba el "Encuentro de Bolillos", que por cierto estuvo muy bien, y luego fui al Mercadona donde vi a mi amiga Raquel, me felicitó por la próxima exposición, y me preguntó si estaba "a tope power" y si, le dije que si, porque estaba realmente "a tope power" con eso.
Pensé que me venía como anillo al dedo la expresión para la entrada que quería escribir sobre la felicidad, estar "a tope power" es una de las claves para estar feliz.

Listos para subir la montaña

Tanto 'power' como para seguir subiendo 'La Montaña de la Felicidad' que es el cuadro que presento hoy, es un acrílico sobre canvas que pertenece a la serie de cuadros 'Puntadas sin Hilo', serie de la que escribí en una entrada anterior de este blog.



Está ubicado en la sala, en el punto marcado con verde en el plano.



Fluir

De las investigaciones que leí sobre este tema hay una que es la que más completa parece, así es reconocido internacionalmente, y desde luego estoy de acuerdo con lo que cuenta en su libro "Fluir", el Doctor, con el impronunciable nombre de, Mihaly Csikszentmihalyi (que en español sonaría algo así como mijay chisenmijai).
Dice que para tener o estar en "Flow" (flujo, dejarse fluir, hacer un encierro creativo o, estar "a tope de power") las personas debemos experimentar un estado subjetivo en el que nos dejamos absorber completamente por la actividad que realizamos, hasta el extremo de olvidarnos del tiempo, la fatiga y de todo lo demás, excepto de la tarea que estamos ejecutando en sí misma.

¿Cómo alcanzar el flow?

En su libro el científico da las claves para alcanzar ese estado del "flow" y por lo tanto poder llegar a la felicidad con lo que hacemos. Algunos de ustedes al leer esto podréis pensar, "vaya paja loca que me está contando el Reinaldo, que fácil decir eso cuando está todo el día en su casa esperando a que le llegue el "flow" ese, para inspirarse y ponerse a hacer una obra"; pues no, ya les anticipo que no es algo solo reservado a los que tenemos profesiones que puedan parecer amables, como ser artesano o artista, que va, lo que nos viene a decir es que cualquiera que hace lo que le gusta puede ser feliz, bien sean médic@s cirujan@s altamente especializados, maestr@s, jardiner@s, u operari@s.

Claves

Un resumen de esas claves que nos permiten identificar si hemos logrado el "flow", o nos hemos dejado fluir, son:
1. Tener metas claras en cada paso.
2. Tener una retro-alimentación inmediata de las propias ejecuciones, es decir darnos cuenta de lo que hemos hecho bien, o no, al instante, sin esperar a que nadie más nos lo venga a decir.
3. Tener un balance equilibrado entre el desafío y las habilidades, si te pones metas inalcanzables lo que puedes es quedar frustrado, tampoco debemos sentir que el propósito es demasiado fácil. Deben ser retos, pero alcanzables.
4. Estar enfocados, es decir tener total concentración en lo que hacemos.
5. Excluir las distracciones de nuestro conciencia. Es decir prestar la atención solo a lo relevante aquí y ahora. El flujo resulta de una concentración intensa en el momento presente, eso nos quita los temores usuales de la vida diaria. Si dejamos que una distracción interrumpa el flujo, puede tomar horas recuperar la paz mental necesaria para continuar con la tarea. Mientras más ambicioso es lo que hacemos, más tiempo nos va a tomar sumergirnos, y más fácil distraernos.
6. No tener miedo al fracaso, estar demasiado involucrados como para preocuparnos por el fracaso.
7. La auto conciencia disminuye, estar tan metidos en lo que hacemos no nos dejará preocuparnos acerca de proteger nuestro ego. Una vez obtenido el éxito podremos emerger con un concepto mejor y más fuerte sobre nosotros mismos.
8. Perder o distorsionar el sentido del tiempo, lo olvidamos, y las horas pueden pasar en lo que parecen ser unos minutos.
9. Lo que hacemos se vuelve un fin en sí mismo, no solamente por placer, sino para lograr una meta.


La Montaña de la Felicidad

Y llevados por ese fluir lograremos alcanzar una sensación de máxima felicidad temporal, cuando alcanzamos la meta y es exitosa. Eso lo tenemos casi asegurado en los trabajos creativos, como hacer ganchillo, nos proporcionan una satisfacción final, el broche de oro o la que pone la guinda al pastel, que se produce cuando terminamos la labor y vemos las piezas terminadas (siempre que nos guste y sea el resultado por el que hemos trabajado, a veces no es así).
Esa sensación, de felicidad máxima temporal, tiene mucha similitud con la de los deportistas que tienen una meta para alcanzar y la logran, después de mucho esfuerzo. Pero el ejemplo que he tomado es el de los escaladores, alcanzar los picos es esa guinda y es la satisfacción, el final de un proyecto alcanzado, pero que no termina ahí, sino que de inmediato nos conectamos al siguiente proyecto, nuestra siguiente montaña a conquistar.



Esa felicidad máxima la he estado experimentado con 'Hilos de la Memoria', porque no ha sido una montaña conquistada, sino toda una cordillera, mucho tiempo de preparación, la cima de una pequeña montaña con cada pieza terminada, la exposición montada a plena satisfacción,  fue el equivalente a llegar al gran pico; ahora voy bajando de las alturas, montaña a montaña, con cada visita o cuando termino cada historia de estas entradas del blog.
Cuando sumas pequeñas situaciones felices y ya se te juntan un montón puedes decir que eres feliz, yo estoy feliz.


El secreto de la felicidad

Así que parece que está descubierto el secreto para la felicidad y no es otro que aprender a fluir en casi todo lo que hacemos, no solo al estudiar, o trabajar, sino también en la vida familiar o al realizar cualquier actividad como practicar un deporte, bailar o, como no, realizar tareas creativas, que están demostradas son las más gratificantes. Si lo que hacemos nos gusta, nos interesa y vale la pena hacerlo por sí mismo, entonces no habrá nada desperdiciado en nuestra vida.

Evidentemente que son muchos factores los que influyen para alcanzar la felicidad, no solamente es aplicar el flow, y los logros que consigas al aplicarlo, pero si que aportarán mucho en positivo a ese estado de ánimo propicio para alcanzarla.

Tenemos factores que muchas veces son externos, que no podemos controlar, como todo lo que hemos pasado y seguimos pasando tan recientemente, u otros ejemplos como son las guerras, enfermedades, lutos, mala economía nacional o personal; o situaciones de tensión familiar. Pero aún en esas situaciones difíciles debemos procurar sacar un tiempo para desconectar y hacer lo que nos gusta. Es muy fácil escribirlo, pero muy complicado lograrlo cuando enfrentamos esos momentos extremos, por los que todos pasamos en un momento u otro de nuestras vidas, pero hay que luchar por conseguir ese espacio de paz interior nuestro y eso también nos ayudará a salir más pronto de nuestros conflictos personales, o a darnos más fuerza para afrontarlos.

Ponte creativo para ser más feliz

Si no pasas por ninguna gran crisis, estas razonablemente sano, con trabajo, familia, economía más o menos estable, aunque te guste un poco más o un poco menos, y puedes hacerte un espacio para pequeños proyectos personales, no lo dudes, ponte retos creativos, desde luego te ayudaran a ser más feliz.

¿Por qué estoy en flow?

Mi madre, Milagros, la señora de la foto del cartel de la exposición, hacía ganchillo, era su actividad para ponerse en flow, ella no conocía estos términos, ni mucho menos, pero funcionaba tal como lo he descrito aquí. Falleció hace algo más de dos años, no me he detenido a llorarla, prefiero recordarla alegre, como en esa foto, claro que me afectó mucho y fueron días tristes, pero desde el primer momento me vino a la mente este proyecto y eso me ha ayudado a recordarla en positivo y sentirla que sigue aquí, a cada momento iluminando mis ideas.



Continua abierta la exposición "Hilos de la Memoria", en la Sala de exposiciones de la Giralt Laporta de Valdemorillo, donde todavía espero encontrarme y poder compartir con muchos de vosotros, lo que hemos hecho con la inspiración que me ha dejado su vida y todo ese trabajo en ganchillo que hizo. No he buscado en ningún momento que parezca una ceremonia póstuma de despedida, todo lo contrario, que sea una celebración, para celebrar su vida, agradecer todas sus enseñanzas y experiencias, y que todo eso sirva también como homenaje a las mujeres y su trabajo creativo ¿Qué mejor motivo puedo tener para seguir en flow?


La ganchillo terapia

Mi amiga Ana, quien me acompaña en esta aventura de "Hilos de la Memoria", me ha descrito varias veces el estado de bienestar y lo feliz que la hacer tejer, el ganchillo, ella también aplica la ganchillo-terapia, como lo hacía mi madre, y es que está demostrado que es una de las actividades que mejor ayudan a desconectar de los problemas diarios y con los que se alcanza más rápidamente el flow, que Ana tiene tan bien experimentado.
Les invito a sumarse a la ganchillo terapia. Un argumento más que tengo es mi teoría de que los hombres, en promedio, viven menos porque han realizado y realizan menos actividades creativas que las mujeres, no es nada científico, simplemente es una idea, pero me gustaría saber si existe alguna investigación al respecto.

No nos pierdas de vista

Síguenos y comenta tus impresiones y/o experiencias en este blog, o en nuestras redes sociales:
Facebook https://www.facebook.com/hilosdelamemoria/ o
Instagram https://www.instagram.com/hilosdelamemoria/

O ven a Casa de Cultura a ser un rato más feliz con nosotros, es fácil, pide cita en el 91 897 76 15 o escribiendo a cultura@aytovaldemorillo.com.

Crea y sé feliz.

Saludos, Reinaldo Zamora Pérez




domingo, 28 de junio de 2020

El Crujir de la Hojarasca

Esta entrada la publiqué el pasado 19 de abril del 2020, en el antiguo blog, la he actualizado para volverla a publicar en este.

Cumpleaños Feliz

Queridos amigos, contactos y seguidores, hoy llego a las 60 primaveras, qué bien, una lástima recibirlos en esta reclusión, pero bienvenidos sean. Mi regalo para ustedes es compartir mi poema “El Crujir de la Hojarasca”, me parece oportuno para esta fecha, también para todo lo que estamos pasando.

Ustedes tienen fácil hacerme feliz, lo valoraré mucho, así que no sean tímidos y alegren mi día visitando, dando al MeGusta y compartiendo las páginas  https://www.facebook.com/hilosdelamemoria y https://www.facebook.com/Fulkolor

De Valdesía a Hilos

El poema lo escribí a principios de este año para la exposición y encuentro de poetas Valdesía, que organiza la Biblioteca Municipal de Valdemorillo, en su edición número 20, está colgado actualmente en su salón de actos. Después le pinté un cuadro (que ilustra esta entrada), de la serie “Puntadas sin Hilo” para la exposición “Hilos de la Memoria”,  el cuadro, y el poema al lado, están colgados en la sala de exposiciones. Por ahora ninguno de los dos edificios se pueden visitar.


Para pintarlo usé una hoja seca que conservo y que recogí recién llegados a Valdemorillo, ya hace casi 20 años, llamó mi atención lo grande que era y a que se me parecía a la hoja de la bandera de Cánada, después pregunté y me dijeron que esos árboles se llaman Falsos Plátanos, que según me dice internet también son conocidos como Arce Blanco o Arce Sicómoro, supongo que será cierto pero si alguien reconoce que la hoja es de un árbol diferente que por favor me lo diga, aquí les dejo la foto.



Poesía

Espero que disfruten la lectura.

El Crujir de la Hojarasca por Reinaldo Zamora Pérez

A veces, en el otoño,
Camino por la hojarasca
Al pisar las hojas secas
Suenan crujientes, se cascan
Ese último chasquido
El final de sus días marca
Ha sido una vida corta,
Pero libre, al sol,
Al viento, al alba.

Fue brote verde al inicio
Verde de la esperanza
Hoja joven tersa luego,
Verde como la esmeralda
Por un rayo de sol lucha
Con otras frondas que tapan
Es en primavera claro
Desea ser la más guapa
Las vecinas todas quieren
Lucir primeras, ser magnas

Plácido fue el verano
La suave brisa le baila
Le mece armoniosamente
Y le arrulla con su calma
Cálidos días de estío
Luminosas las jornadas
Jornadas de mucha marcha
Que no quiere que se vayan

Días después fue madura,
Color de oliva tocaba
Pero amarilleó muy pronto
Madurez llega, no falta
Y las canas de las hojas,
Son amarillas, no blancas
Prontamente fue mostaza
Y a menos luz, fue más parda
Marchita hoja de otoño
¿De qué color tu te llamas?
Vamos a llamarte ocre,
El ocre será tu gama

Arreció el frío, y los vientos
Con menos sol cada tanda
A pesar que ya no brilla
La alegría no le falta
Erguida ya no se tiene
No esta tersa, Ni lozana
Teme que pronto caerá,
Se quiere quedar en rama
Se afana pero en otoño
Sopla, sopla, sopla y sopla,
Sopla pero ella se agarra
Un día se dará cuenta
Que no se sostiene más
Las embestidas no aguanta
Y entonces, en ese momento
Decide, en su demencia
Que se dejará llevar
Lanzarse a flotar al viento
Queriendo aprender a volar
Será un vuelo corto, hasta el suelo
Pero lo quiere probar
Y ahí se suelta, va y vuela
Volar es la libertad
La libertad absoluta
La libertad final

No lo dejes de intentar
Vuela, vuela sin parar
Luego es tarde lo verás
Porque cuando te des cuenta
Como hojarasca serás.

Camino por la hojarasca
Pensando en voladuras de esas
Que la vida nos depara
Pero que nunca intentas.

Me gusta como acompaña
El crujir de la hojarasca.


En 'Hilos de la Memoria'


La ubicación de la 'Hojarasca' está indicada en verde en el plano de la sala.


Pueden visitar 'Hilos de la Memoria' en la Sala de Exposiciones de la Casa de la Cultura 'Giralt Laporta' de Valdemorillo, si desean que la visita sea guiada puede llamar para solicitarla al número de teléfono 91 897 76 15 o escribiendo a la dirección de correo electrónico cultura@aytovaldemorillo.com.

No se olviden de ser felices,

Reinaldo Zamora Pérez

La Isla Bonita

Trabajando en el proyecto "Hilos de la Memoria", ha sido inevitable no recordar aquellos días de mi infancia, imaginando aquella isla, que para mi quedaba tan lejana, pero donde yo sentía que estaban mis raíces, mis abuelos, mis tíos y primos, una vida que nunca viví en la realidad pero que la siento tan mía y tan cercana.

Mi madre nació en Mirca, me explicó en su momento que era una pequeña localidad del Municipio de Santa Cruz de La Palma, pero fuera de la ciudad. Supongo que actualmente, hace mucho que no voy, será un barrio mucho más grande, mejor conectado y con todos los servicios. Mi padre era también palmero, de Breña Alta. Mis abuelos también palmeros, excepto mi abuela paterna, que era de Fuerteventura según me contó mi Tío Norberto, hermano de mi padre, hace muchos años.

Mis padres, el día del bautizo de su primer nieto.

Crecer en un hogar de emigrantes canarios 

Mis padres emigraron a Venezuela en los años 50's del Siglo XX, allí nací y crecí entre las historias de mi madre, percibía su añoranza cuando hablaba de su niñez y juventud en su isla bonita. De como aprendió a bordar y a tejer en la escuela, de sus amigas Flora, Antonia y Candida; de como con la guerra tuvo que dejar la escuela en tercer grado para madrugar y llevar las cabras a pastar; de cuando, con 13 años, conoció a mi padre, el único hombre en su vida; de la venta que tenía y que tuvo que dejar para emigrar a Venezuela, y de tantas cosas más. Su emoción también era mucha cuando llegaban cartas de la familia y amigas, usualmente con alguna foto, estampas o postales de las fiestas o la bajada de la virgen. No faltaban las lágrimas, mi madre siempre tenía un pañuelo en el bolsillo, y, si no era por alguna noticia triste, eran de emoción, pero nunca faltaban.

Mi desayuno diario siempre incluía el tazón de leche con gofio, entre los muchos canarios que había en Caracas algunos pusieron un molino, para fabricar el gofio, Gofios La Lucha, quedaba muy cerca, íbamos a comprarlo caminando; en el menú de casa nunca faltaron potajes, pucheros ni papas con mojo. En cada celebración, como las de mis cumpleaños se cantaba y bailaban Isas, con estrofas que me sé de memoria desde niño, como

Palmero sube a la palma
y dile a la palmerita
que se asome a la ventana
que su amor la solicita.

El zurrón del gofio
yo lo traigo aquí,
el que quiera gofio
me lo pide a mi.

Virgen de Candelaria
la más bonita
la mas morena,
la que extiende su manto
desde la cumbre hasta la arena.

Quiero que te pongas la mantilla blanca
Quiero que te pongas la mantilla azul
Quiero que te pongas la recolorada
Quiero que te pongas la que sabes tú

Dices que te vas
Para la Gomera
Dices que te vas
Pero no me llevas.

Llegar a La Palma

Estuve por primera vez en el verano del 76, siendo adolescente, fui a conocer a mi abuelo materno, que ya era muy mayor. Fue emocionante por fin poner cara a todos esos nombres, pisar todos esos lugares, los vecinos me miraban y decían que yo era pocero, mote con el que llamaban a los miembros de mi familia paterna, a los que me parezco mucho físicamente, teniendo muy marcados sus rasgos más característicos.

Con mi madre en el mirador de El Time, La Palma, verano de 1976.


Volví en el 93, también en verano, los dos viajes fueron con mi madre, en el segundo, ya era adulto, recorrí toda la isla, y aprecié mucho mejor toda su belleza y particularidades, así me di cuenta porque se le llama merecidamente la isla bonita.

Además de las de la música canaria, hay otras dos canciones que cada vez que las escucho me recuerdan a La Palma, "La isla bonita", de Madonna, que suena desde el año 86 y "La Macarena" porque la asocio con el viaje del año 1993,  recuerdo que la escuché allí por primera vez, mucho antes de que se convirtiera en el gran éxito mundial que fue años después

La casualidad hace que escribiendo esta entrada del Blog pasan, en La 2, un documental "Turismo Rural en el Mundo", que esta noche incluye a La Palma. Hay varios fotógrafos que hacen una labor asombrosa por divulgar la belleza natural de La Palma uno de ellos es Saúl Santos, aquí les dejo el enlace para que vean uno de sus vídeos https://youtu.be/qj_oKFdSsuE


La Palma en "Hilos de la Memoria"

Aunque el fuerte de nuestro proyecto, mio y de mi compañera Ana del Burgo, es el trabajo con el ganchillo que dejó mi madre, debo decir que en la exposición presentamos obra en pintura, escultura, vidrio, tapices, todo siempre acompañado de historias, por eso de hemos dado a la exposición el subtitulo de 'Recuerdos del Arte'.
Como parte de estos recuerdos, y en especial a lo que se refiere al homenaje a mi madre he pintado este cuadro, acrílico sobre lienzo, de la serie puntadas sin hilo, que se titula "La Isla Bonita".

"La Isla Bonita" acrílico sobre lienzo. Autor: Reinaldo Zamora Pérez.


Exposición "Hilos de la Memoria"


En el plano de la sala está marcada en verde la ubicación de 'Isla Bonita'


Este cuadro, con el resto de obras, se exhibe en la sala de exposiciones de la Casa Cultural Giralt Laporta, en Valdemorillo, Madrid, a donde puede llamar para una visita guiada al número de teléfono 91 897 76 15 o escribiendo a la dirección de correo electrónico cultura@aytovaldemorillo.com.

Les invitamos a seguirnos y comentar sus impresiones y/o experiencias en este blog, o en nuestras redes sociales:
Facebook https://www.facebook.com/hilosdelamemoria/ o
Instagram https://www.instagram.com/hilosdelamemoria/

Nos pueden identificar tanto en Facebook, como en Instagram como @hilosdelamemoria

Disfrutar del arte y la creación les ayudará a ser más felices,

Saludos, Reinaldo Zamora Pérez

sábado, 20 de junio de 2020

Plantar el ganchillo

Continuamos nuestro recorrido virtual por 'Hilos de la Memoria' en la Sala de Exposiciones de la Casa de Cultura Giralt Laporta de Valdemorillo, en la sierra noroeste de la Comunidad de Madrid y 'Plantar el Ganchillo' es la siguiente parada en el itinerario.

'Plantar el Ganchillo' foto cortesía de Julio César Mesa Arboleda.

En la zona resaltada, con el color verde, en el plano de la sala que mostramos a continuación, está  ubicada 'Plantar el Ganchillo'.



La idea

De los preciosos tapetes de hilo fino de mi madre quedaban un montón, a todos los habíamos almidonado para darles volumen, usamos unos cuantos para los jardines verticales que llamamos 'Nadie Quiere los Ganchillos de la Abuela' (puedes ver las fotos y leer la historia en   https://elblogderennyzam.blogspot.com/2020/05/labores-de-madre.html ), y también queríamos utilizar el resto, estábamos convencidos de sus posibilidades y con su potencial artístico dan mucho juego.



También teníamos muchos jerseys de lana crocheteados por mi madre, es lo que más volumen ocupaba entre todo el material que teníamos disponible para "redimensionar" para 'Hilos de la Memoria', por eso pensamos en hacer algo combinando los tapetes y los jerseys, hicimos unas pruebas, como las de la siguiente imagen.



Pero no estábamos convencidos, a Ana era a la que menos le gustaba la idea, y eso que fue ella quien montó esa prueba. Dejamos unos días para pensar y madurar las posibilidades, y mientras esos días transcurrían me encontré con la siguiente imagen en Internet, así que, inspirado por ese dibujo, le dije a Ana del Burgo: vamos a plantar el ganchillo.



Gorros tiestos

Teníamos varios gorros de lana tejidos por mi madre para el invierno, unos más para lucir y algunos con laterales para proteger las orejas y hasta con barbiquejos, para poder atarlos debajo de la barbilla. Mi madre los tejió en Valdemorillo, como canaria que era, que luego vivió tantos años en el caribe, sintió mucho el cambio de clima al mudarnos a la sierra de Madrid, ya tenía 75 años, y los años que vivió aquí se dedicó a tejer jerseys, bufandas y gorros de lana para abrigarse en los fríos inviernos.


El principal propósito con 'Hilos de la Memoria' era darle la 'vuelta' a todas esas piezas de ganchillo de mi madre, a las que tejió aquí y a las que trajo tejidas. Re-interpretarlas, buscarle otras utilidades y tratar de aportarle una nueva dimensión a través del arte. Pues con los gorros tejidos hicimos literalmente eso, les dimos la vuelta, para hacer tiestos con ellos. Así surgió 'Plantar el Ganchillo'



Manos a la obra

Una vez decidido lo que íbamos a hacer, Ana del Burgo sacó toda su creatividad y se puso a plantar los ganchillos, rellenando los 'tiestos', preparando el junco para crear los troncos de las flores, armonizando los colores de los tiestos con el de las flores....


.....Usando diversos trucos para darle estabilidad a cada pieza del conjunto y cuidando cada detalle.


Así se logró un conjunto de cinco maceteros, con sus flores esplendidas, que lucían muy bien ya en el taller de Ana, antes de pasar a la exposición.


Una vez en la exposición los dispusimos en conjunto, y para darles aún mejor presencia, si era posible, decoramos la peana con un mantel redondo de ganchillo de mi madre.




Segunda oportunidad

Mirar una segunda, y hasta una tercera vez, dar nuevas oportunidades, darle la vuelta y buscar el lado positivo de las cosas, son acciones de generosidad, que nos pueden ayudar a ser mejores y a vivir en un mundo un poquito mejor. Al reusar damos nuevas oportunidades, al tejer protegemos al medio-ambiente.






Y 'Plantar el Ganchillo' quiere recordar que hacer croché, como decía mi madre, puede ser una actividad creativa, entretenida, compatible con el cuidado del medio-ambiente y además beneficioso para la salud. Nos viene muy bien el nombre de esta instalación, sirve el juego de palabras para significar que queremos sembrar el entusiasmo por tejer.
El ganchillo debería ser considerado Patrimonio cultural inmaterial de la humanidad, tal y como están considerados muchos tipos de tejidos alrededor del mundo.
Con esas ideas en positivo me despido por hoy, no sin invitarles a que nos sigan.

Síguenos

'Hilos de la Memoria' se puede volver a visitar, las obras y nosotros estamos deseando contar sus historias y sentir como los visitantes nos cuentan las suyas. La sala cuenta con las medidas sanitarias reglamentarias, para visitas en horarios y grupos reducidos. Hay que pedir cita previa en el número de teléfono 91 897 76 15 o escribiendo a la dirección de correo electrónico cultura@aytovaldemorillo.com.



Si no puedes desplazarte para una visita en persona te invitamos a seguirnos y comentar tus impresiones y/o experiencias en este blog, o en nuestras redes sociales:

Facebook https://www.facebook.com/hilosdelamemoria/ o

Instagram https://www.instagram.com/hilosdelamemoria/

Nos pueden identificar tanto en Facebook, como en Instagram como @hilosdelamemoria


Siempre intentar reusar, si no ves claro como hacerlo o no puedes, pásalo a reciclar, hay alternativas antes de tirar a la basura.

Hasta luego y ser felices,

Reinaldo Zamora Pérez

martes, 16 de junio de 2020

En el Parque

Durante el tiempo que estuvimos confinados, sin poder salir de casa sino para lo eminentemente necesario, una de las cosas que estaba totalmente prohibida era visitar los parques, tuvimos tiempo para echarles de menos y darnos cuenta de lo importante que son.

(Ya había compartido una publicación similar, referida a este cuadro, partí de aquella, que la he reformado considerablemente, actualizado y ampliado con más datos y fotos, por eso les podrá parecer que algunas cosas ya las han leído antes).

Las sensaciones que guardo de mi infancia en los parques, es una historia que corresponde a una obra incluida en "Hilos de la Memoria", al cuadro de 1986 llamado "En el Parque", buscaba representar esa época de mi niñez, era una de las cosas que más me gustaba, eso fue lo que me inspiró a pintarlo, aquí van mis recuerdos.



Antímano

Cuando era un niño, en la década de los 60’s, Antímano era todavía un pueblo de las afueras de Caracas, con su Plaza Bolívar llena de árboles y palomas, el centro de la plaza lo ocupaba un pequeño busto del Libertador, aún no siendo muy grande la plaza, el busto me parecía poco para aquel espacio. Tengo la sensación de que era un lugar recogido a pesar de ser al aire libre, tal vez tengo ese recuerdo porque en aquel tiempo los árboles eran muy frondosos, no eran muy altos, y daban mucha sombra, el suelo tenía la mayor parte de tierra, además había varios palomares, eran una serie de construcciones por toda la plaza, como bloques de viviendas para palomas, cada bloque tenía montones de habitáculos para que anidaran, visualmente todo eso reducía el área, resultando en que la hacia parecer más recogida que como la veo ahora, en fotos actuales, en las que noto que ha sido muy reformada y ya no existen los palomares que había entonces.

Plaza Bolivar de Antímano

Cerca estaba la iglesia parroquial de Nuestra Señora del Rosario con sus muchas escaleras y sus cuatro enormes columnas en la entrada, allí con 4 años, en mayo de 1964, llevé los anillos en la boda de mi hermana, también hice la primera comunión, me confirmaron y cantaba en el coro, en las misas de los domingos.

Así recuerdo a la iglesia de Antímano
Así luce años después, en una foto más reciente, de Julio Cesar Mesa Arboleda.

Cine Astor


Otro lugar de referencia de mi infancia fue el cine Astor, donde vi Bambi, mi primera película en pantalla grande, fuimos una mañana con el colegio, supongo que yo tendría unos 7 años, es decir, aproximadamente en 1967, luego fui otras veces a ver alguna película, casi siempre en el matiné de primera hora de la tarde, una que recuerdo fue 'Marisol rumbo a Río', pero no muchas más, siempre quería ir, pero nunca se podía y no me dejaban ir solo.

 


A mi me parecía que el Cine Astor era muy grande, claro yo lo veía con ojos de niño y era el único que conocía, recientemente supe, investigando para este recuerdo, que tenía 800 butacas, que había sido inaugurado en el año 1953 y que el edificio fue demolido en el año 1992.




Cruz Verde Nº 34

Vivíamos en el número 34 de la calle cruz verde, era una vecindad (años después cuando vi 'El Chavo del 8' me recordaba a aquellas viviendas), había un patio interno y las puertas de varias viviendas daban a ese patio, que se ve en la foto siguiente, soy el más pequeño, con mi hermana, mi hermano, mis concuñadas y vecinos.

El patio de la Calle Cruz Verde 34, soy el más pequeño en el centro, debe ser 1964.

Hasta mis cinco años viví en esa casa de la que se ve la ventana en la foto anterior y en la que estoy de pie en la puerta, en la foto siguiente, soy el pequeño, junto a mi hermano, Pedro.

Soy el pequeño, con mi hermano Pedro, en la primera casa que recuerdo.

Al poco tiempo de la próxima foto, cuando tenía 5 o 6 años, nos mudamos al otro lado del patio, a una vivienda en la planta alta, debajo quedaba el Colegio El Araguaney, donde estudié desde kinder, con la maestra Murphy, hasta el 3er grado de primaria.



La foto anterior es en la puerta del Colegio El Araguaney, vivimos en la planta alta del colegio entre 1965 y 1969, deben ser los carnavales de 1968 o como mucho de 1969, porque fue el año cuando nos mudamos de Antímano. Soy el disfrazado de chino, mi concuñada Morela está vestida de charleston y el del medio es mi sobrino Eduardo (fui tío a los 5 años), que la verdad no recuerdo, ni puedo adivinar de que era el disfraz, tal vez de Robin Hood.


Nuestra calle


La Cruz Verde era una calle en pendiente, nosotros no vivíamos muy arriba, al bajar por la calle, en la misma acera quedaba el Bazar Regalado, allí iba a comprar los cromos para los álbumes y también compre el joyero para mi madre de la historia que conté en
https://elblogderennyzam.blogspot.com/2020/05/la-muneca-joyero-de-porcelana.html.

Muy cerca, en la misma acera, estaba también la panadería, ahí iba a hacer los mandados, a comprar el pan, los refrescos, con aquellas botellas de vidrio que había que llevar la vacía para que no cobrarán más por la nueva, y cada vez que iba había que pedir la ñapa, por un bolívar me daban ocho panes de a locha, una locha eran 125 céntimos, y la ñapa era normalmente un pan dulce.

También en la misma acera quedaba Gofios La Lucha, mi desayuno era un vaso de leche caliente con gofio y un huevo crudo, todo mezclado, no sé como me podía tomar aquel brebaje, bueno si, me apretaba la nariz y procuraba tragar sin tener que parar, terminé repugnando aquello, y para rematar mi madre me hacía tomar una cucharada de aceite de hígado de bacalao y rábano yodado. Como fui muy enfermizo de pequeño mi madre vigilaba mucho que me lo tomara todo, para evitar que siguiera enfermando.

Nunca olvidaré al Sr. Scott.

¡Vamos al parque!


Pero claro lo más importante para mi era ir al parque infantil, pero nunca me llevaban. El de Antímano tenía forma de triángulo, entre dos avenidas principales de un lado la fábrica de Pepsi-Cola y del otro las de Gases Industriales. He buscado en google maps la zona, para hacerme una idea de las distancias, las proporciones y también para poder ilustrar mejor esta historia, me parece increíble que siendo niño caminaba por todas esas calles (cuando a partir del cuarto grado que pasé a la Escuela Nacional Andrés Bello iba caminando) y la verdad que no recuerdo haber sentido nunca miedo, ahora con la violencia en Venezuela supongo que será inimaginable pensar en un niño caminando por todo eso solo, de todas formas al ser tan pequeño no tenía bien delimitados los potenciales peligros y me creía capaz de todo.

Los círculos en rojo indican los lugares que frecuentaba, al bajar la Cruz Verde llegaba a la iglesia, muy cerca está la casa parroquial, donde iba a ensayar con el coro de la iglesia, al lado está la Escuela Nacional Andrés Bello, donde estudié el resto de la primaria y al lado de la Escuela está el Parque. Hacia el otro lado del pueblo, está la Plaza Bolívar, en sus alrededores iba al médico, al barbero pero también íbamos de paseo a dar de comer a las palomas o a comernos un raspado.



Me encantaba que me llevaran al parque, para montarme en los columpios, el sube y baja, la rueda; para comerme un raspado de granadina con leche condensada; pero me llevaban muy poco, tal vez por eso lo deseaba más y por eso me surgió en su momento la necesidad de pintarlo. No me llevaban porque el suelo del parque era de tierra y cada vez que iba terminaba enfermo de las amígdalas, lo que en España aprendí que llaman anginas, en aquella época no sabían porque me enfermaba constantemente, ya de adulto descubrí que es alergia, al polvillo que se levantaba de correr en el parque por aquella tierra seca.


El Paraíso

Tenía 9 años de edad cuando nos mudamos a La Paz, en El Paraíso, y vivíamos justo al lado de un parque, este era mucho más grande que el de Antímano, tenía una concha acústica para representaciones, con gradas al aire libre, en la vista aérea esta marcado con el círculo rojo el edificio donde vivía, era poner el pie en la calle y ya estaba en el parque.


Lo más cerca del parque que tenía era la Concha acústica y montones de veces estaba yo subido en ese escenario o corriendo de un lado a otro por todas esas gradas, la verdad que los años que viví ahí no recuerdo que se aprovecharan mucho esas instalaciones, todo lo contrario había eventos muy esporádicos.


También había y siguen existiendo muchas canchas para deporte, áreas ajardinadas y muchos árboles, como se puede apreciar en esta otra vista aérea, más alejada que la anterior, lo grande que es el parque, yo vivía en uno de los extremos, está marcado con el círculo rojo.



Este parque lo disfruté mucho más, ya podía ir solo a jugar. No me dedicaba tanto a jugar a la pelota ni a montar bicicleta (no pasé de un triciclo), disfrutaba en especial la gran cantidad y variedad de árboles, algunos me parecían increíbles, como los apamates, acacias y araguaneyes, con sus deslumbrantes floraciones.
Pero mis favoritos eran los corpulentos sámanes, por su porte, por el contraste tan marcado con aquellas flores en ramilletes tan hermosas, pero delicadas, que parecían hilos, rosados y blancos y, como no, por aquellas enormes vainas que al secarse podíamos usar a manera de espadas para jugar, cuando se abrían salían sus semillas, grandes como piedras. Jugué muchas veces a la sombra del enorme samán del Parque La Paz de El Paraíso, no tengo idea si seguirá existiendo, espero que si, porque son arboles muy resistentes algunos con mucha historia, como el famoso Samán de Güere, al cual fue el mismo Alejandro de Humboldt a visitarlo.

El Samán.

Los jabillos, o ceiba, con sus peculiares y gordos troncos llenos de espinas también atraían mucho mi atención, así como las esbeltas palmeras como los chaguaramos, cocoteros y moriches.


Ese poderoso mundo vegetal del parque lo quise mostrar en ese cuadro que pinté ya hace 34 años y donde me represento como un niño con mi pelota y mi madre. El niño muestra la picardía de los chiquillos jugando a la pelota y como siempre esta el temor de golpear a algún adulto distraído, en este caso la propia madre del niño.


En 'Hilos de la Memoria'


Y así de bien luce el cuadro, en la Sala de Exposiciones de la Casa de Cultura Giralt Laporta de Valdemorillo, en nuestra exposición "Hilos de la Memoria" en compañía de los tiestos tejidos y las flores de ganchillo de mi madre, que mi amiga Ana del Burgo reinterpretó y los organizó para hacer ese fantástico montaje, pero sobre ellos hablaré en una próxima publicación.


El cuadro está pintado con acrílicos sobre aglomerado, mide 126 cm de ancho. En el plano a continuación se muestra la ubicación de 'En el Parque' en la sala de la Giralt Laporta.





Síguenos

Nuestra exposición, de Ana del Burgo y mía, ya se puede volver a visitar, le hemos dado un buen repaso a las obras para que estén como tan magníficas como estaban el 6 de marzo durante la inauguración. Puede ser visitada, con todas las medidas sanitarias reglamentarias, en horarios y grupos reducidos. Hay que pedir cita previa en el número de teléfono 91 897 76 15 o escribiendo a la dirección de correo electrónico cultura@aytovaldemorillo.com.



Si no puedes desplazarte para una visita en persona te invitamos a seguirnos y comentar tus impresiones y/o experiencias en este blog, o en nuestras redes sociales:

Facebook https://www.facebook.com/hilosdelamemoria/ o

Instagram https://www.instagram.com/hilosdelamemoria/

Nos pueden identificar tanto en Facebook, como en Instagram como @hilosdelamemoria



Ya lo dijo Sartre 'Felicidad no es hacer lo que uno quiere, sino querer lo que uno hace.'
Hasta luego y ser felices,

Reinaldo Zamora Pérez

domingo, 14 de junio de 2020

Artista Invitado

Miguel Blasco

Mi compañero y socio en Fulkolor, no se podía quedar fuera de 'Hilos de la Memoria', toda una vida de creación juntos, formando equipo y creciendo con el vidrio, son credenciales más que suficientes para tenerlo como artista invitado.
Muy agradecido estoy porque me prestó toda la ayuda en el taller para elaborar las piezas de vidrio incluidas en 'Hilos de la Memoria', colaboró activamente durante el montaje de la exposición, y además se motivó e hizo dos fantásticas piezas de vidrio especialmente para la ocasión, inspiradas en la temática de las labores y en las chimeneas de nuestro centro cultural de Valdemorillo, que son el símbolo más emblemático y visible de esta población.



Aunque estas dos piezas únicas son de pequeño formato rebozan creatividad, no se puede negar el talento de Miguel para experimentar con los materiales, esta vez con resultados sobresalientes, que con su presencia engrandece a nuestra exposición. Gracias Miguel.

Tejido reticular

Esta pequeña joya representa las tres chimeneas de Casa de Cultura vistas de perfil, desde un ángulo que las hace parecer como si estuvieran juntas, pegadas una a la otra.
Está realizada con la técnica del box-casting, tiene una inclusión de malla reticular, que le da nombre a la pieza y esta montada sobre una base de vidrios fusionados y esmaltados.





Telar de vidrio


Con esta pequeña escultura, no puedo ser objetivo, me parece ideal en todos los aspectos, la idea, la ejecución y el resultado. 
La técnica es un box-casting con inclusiones. 
Representa la forma de una de las chimeneas, realizada con pan de oro, rodeada de un tejido de alambres de cobre, los alambres de cobre sobresalen del interior del vidrio, como los hilos en los telares.




En 'Hilos de la Memoria'


En la exposición las dos esculturas de Miguel Blasco comparten una peana con luz que está ubicada en el punto verde marcado en el plano.



Y así luce la zona de la sala de exposiciones con las piezas de Miguel Blasco, con el arte en vidrio del taller Fulkolor.



Colaborar

Que gran cosa es la colaboración, ojalá estuviéramos dispuestos a escuchar y a entender las ideas de los demás, es la base de la comunicación y lo que hace que todo funcione mejor.

Síguenos

En esta ocasión te invito a seguir la página de Fulkolor, que también está presente en este proyecto

En Facebook: https://www.facebook.com/Fulkolor/



La exposición continúa y puede ser visitada, con todas las medidas sanitarias reglamentarias, en horarios y grupos reducidos. Hay que pedir cita previa en el número de teléfono 91 897 76 15 o escribiendo a la dirección de correo electrónico cultura@aytovaldemorillo.com.



Si no puedes desplazarte para una visita en persona te invitamos a seguirnos y comentar tus impresiones y/o experiencias en este blog, o en nuestras redes sociales:

Facebook https://www.facebook.com/hilosdelamemoria/ o

Instagram https://www.instagram.com/hilosdelamemoria/

Nos pueden identificar tanto en Facebook, como en Instagram como @hilosdelamemoria



Hasta luego y ser felices,

Reinaldo Zamora Pérez