lunes, 27 de julio de 2020

Telar

El Telar de la Abuela Danesa




En enero de este año 2020, después de la temporada de navidad, que es la de más trabajo para los artesanos, teníamos que ponernos manos a la obra, para concretar todas las ideas de Hilos de la Memoria, empezaba la cuenta atrás para la inauguración de la exposición el 6 de marzo, menos de dos meses para ejecutar todo el proyecto y tener todo listo para llevarlo a la sala en los días del montaje.



Estábamos nerviosos, porque habíamos hablado mucho de las ideas, lo tenía todo escrito en el ordenador y cada cosa que comentábamos la actualizaba y la compartía con Ana, quien también apuntaba en su cuaderno. 


Teníamos que ponernos manos a la obra, era el momento para pasar la mayoría de las ideas a la realidad, y tenía que ser durante esos dos meses, a dedicación exclusiva, porque era mucho trabajo y hasta que cada idea no la concretáramos, y estuviera lista, tenía la sensación de que no iba a salir, pero eso lo pensaba yo para mi, cara a los demás trataba de ser optimista y transmitir una visión positiva, aunque los nervios eran inevitables.



La conexión total llegó, con claridad de los objetivos, la motivación tan grande para llevarlos a cabo y la dedicación exclusiva al proyecto, que me llevaron a alcanzar el flow, y la felicidad de hacer algo que realmente deseaba hacer, pero ya de todo eso escribí en otra entrada de este blog, si no lo han leído aquí les dejo el enlace



Si algo tenía claro desde el primer momento es que los tapices de Ana debían tener un espacio en la exposición, porque aunque no tienen nada que ver con lo que hacía mi madre, el trabajo con telares forma parte también de esas labores tradicionalmente femeninas, además los de Ana son únicos, muy originales y con mucha personalidad, como los pueden ver aquí en las fotos, y como se ven, aún mucho mejor, si visitan la sala de exposiciones. 
Están ubicados en los espacios marcados con verde en el plano.




Son piezas pequeñas, hasta la fecha Ana había tejido la mayoría de los tapices aquí expuestos, en un igualmente pequeño telar vertical, casero, que hizo manualmente.




Un telar María

Sorprendentemente en esos días, a mediados de enero, una vecina publicó en el grupo de Facebook 'Valdemorillo Al Día', que regalaba un telar pequeño. Miguel vio el anuncio en el mismo momento que lo publicó, me avisó, me puse en contacto con ella y le dije que iría a buscarlo esa misma tarde.



Fui a una casa en el pueblo, la vecina que me regaló el telar es una señora joven, se llama Mona, me lo entregó desarmado, porque lo había tenido colgado en una pared, también me dio las lanzaderas, todas con hilos, que quien sabe desde cuando estarían puestos ahí.
Me dijo que era antiguo, que había sido de su abuela, que era danesa, y el telar había venido desde Dinamarca, no lo usaba y no tenía donde tenerlo.


El origen del telar lo confirma la placa que tiene, que dice que lo hizo el ebanista llamado Thorkild Nielsen, de la Escuela Vaeven, de Valby, en la región capital.


Ana tenía muchas ganas de telar, apenas se lo dejé por la noche en su taller y al día siguiente que fui ya lo tenía armado y con una urdimbre hecha y había empezado a tejer, estaba encantada y yo más.
Aunque es pequeño, para poner en una mesa, de los que llaman telar de peine rígido o telar María, pero es más grande y más práctico del que venía usando.




Teníamos otra hermosa historia para contar en 'Hilos de la Memoria', el de 'El Telar de la Abuela Danesa', otra mujer que seguramente dedicó muchas horas a tejer en ese telar.
Para presentar el telar en la exposición, Ana movió la urdimbre de la primera pieza que había empezado, para abrir espacio y poder empezar otra más grande.


Y así luce en la sala de exposiciones, le había dicho a Mona que el telar de su abuela seguramente formaría parte de la exposición que estabamos preparando y llegada la fecha le avisé, fue a la inaguración y estuvimos hablando con ella. Estaba contenta de que el telar de su abuela hubiera ido a parar a buenas manos y que luciera tan bien en nuestra expo. Gracias Mona.




Todas las piezas que muestro aquí fueron realizadas por Ana, le gusta mucho mezclar materiales y experimentar, pero yo también había usado un telar como el de la abuela danesa para hacer el tapiz de la foto que muestro a continuación y que también está en la exposición. Como he pasado muchos días en ferias de artesanía, en una oportunidad había un taller en vivo, no había público y era al lado de mi puesto, así que me puse a que me enseñaran, me encantó, la compañera me dijo que que facilidad tenía y de ahí salió esta pieza que también está en 'Hilos de la Memoria'.




Así que ya tenemos telar, es pequeño, pero con muchas posibilidades, y que además tiene historia y eso nos encanta. Nos hace mucha ilusión experimentar, un nuevo proyecto, algo tan antiguo como tejer puede ser ilusionante, muy novedoso y desde luego lo que salga será original, único y exclusivo, para seguir hilando nuevas memorias.


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La sala cuenta con las medidas sanitarias reglamentarias, para visitas en horarios y grupos reducidos. Hay que pedir cita previa en el número de teléfono 91 897 76 15 o escribiendo a la dirección de correo electrónico cultura@aytovaldemorillo.com.




Lo más emocionante de todo este proceso es cuando los visitantes, en vivo o virtuales, nos cuentan sus propias memorias.

Hasta luego y ser felices,

Reinaldo Zamora Pérez




sábado, 25 de julio de 2020

Libro de Visitas

Libro de Visitas

Si la exposición hubiera durado solamente los 15 días que estaban programados, los habríamos pasado en la sala recibiendo a los visitantes, transcurridas las fechas hubiéramos recogido y guardado todo. A estas alturas del año ya habríamos pasado página y seguido con nuestras otras actividades, dedicados a otros proyectos. Desde luego que una cosa es la que planeamos y otra muy diferente la que ha resultado.


Primero vamos a ser agradecidos y más abajo contaremos los comentarios de los visitantes, en muchas exposiciones los artistas ponen un libro de visitas físico, para que los visitantes escriban las sensaciones que les dejó la exposición que han visto, nosotros no lo hicimos en su momento, pero al ver tantos comentarios que nos están dejando, sobre todo en Facebook, me he decidido a intentar recopilarlos, al menos a partir de ahora, en orden cronológico, en una especie de Libro de Visitas Virtual.


Ana y yo explicamos la instalación 'La Mirada del Corazón' a las visitantes.

Agradecidos

Quiero agradecer a los visitantes de Hilos de la Memoria, a todos, a los que se han acercado, ahora que se puede, a la sala de exposiciones a escuchar nuestras historias, realmente es emocionante compartir la experiencia.

Posando con una visitante. Gracias

Pero también tengo que agradecer, como no, a los visitantes virtuales, este blog ha alcanzado ya las 1000 lecturas, eso me dice que escribirlo ha valido el esfuerzo. 

A los que nos ven en las redes sociales desde luego que también les agradezco: a las miles que han visto las publicaciones en Facebook, a los pocos de Instagram  (no comparto mucho, problemas técnicos hacen que publicar en ella sea todo un reto). La última incorporación ha sido el canal de YouTube y también agradezco a los que se han detenido a ver los vídeos que he compartido.

Les reitero la invitación a seguirnos, en todos, o en cualquiera de las formas disponibles.

Cultura de Valdemorillo
Por supuesto a Cultura de Valdemorillo, gracias por todo el apoyo. Qué gran suerte tenemos en el municipio de contar con esta Sala de Exposiciones con tanta personalidad, pero de eso ya hablé en otra publicación, que si se la perdieron les recomiendo pinchar en este enlace y leerla


Nota de Prensa

Pero además de agradecer (que según dicen es de bien nacidos ser agradecidos), estoy actualizando esta entrada del blog para compartir con ustedes la nueva nota de prensa que publicó la web del Ayuntamiento, ayer viernes 22 de julio de 2020. 
Ya nos habían publicado una estupenda nota de presentación del proyecto y la exposición el 2 de marzo, que si no la han leído lo pueden hacer visitando el siguiente enlace   https://elblogderennyzam.blogspot.com/2020/04/hilos-de-la-memoria.html

La nueva nota de prensa la transcribo a continuación:

"Valdemorillo sigue entretejiendo historias al paso por la exposición que invita a descubrir los ‘Hilos de la Memoria’

La muestra, que reúne gran variedad de piezas y prendas, esculturas y demás instalaciones para servir de homenaje al trabajo manual femenino mantenido durante generaciones para dar forma a esas “labores del hogar” que lucen en la Giralt Laporta su dimensión más artística, se presenta ahora también como el motivo “perfecto” para volver a visitar y disfrutar la Casa Cultura de Valdemorillo"


Una visitante cuenta al grupo sus propias memorias en la instalación 'Corrillo de Luz'
Una visitante comparte con el grupo los recuerdos que le trajo la instalación ' Corrillo de Luz'



"Los artífices de este original proyecto expositivo, los artesanos locales Ana del Burgo y Reinaldo Zamora, ofrecen recorridos guiados martes, jueves y viernes, de 19,00 a 21,00 h, organizados siempre mediante cita previa."

Momento cuando explico a los visitantes el cuadro 'No me da la vida'


"Sin esperarlo, la apuesta por atraer la memoria mediante el encuentro, frente a frente, con objetos tan sencillos como particulares ha convertido en más que memorable el proyecto expositivo de Reinaldo Zamora y Ana del Burgo,  confeccionado realmente de modo muy especial, a base de recuerdos, esfuerzos y emociones, todo ello hilvanado como un más que merecido homenaje a aquel trabajo manual, surgido así, literalmente en las manos de tantas mujeres, unas labores que nacieron de las madejas, en las agujas de ganchillo y las telas, pero que fueron también el fruto de la constancia, en ocasiones de la necesidad y siempre del hogar para hacerse realidad hilo a hilo." 

Ana del Burgo explicando a las visitantes el telar y los tapices.


"Inaugurada justo antes de quedar todos confinados en casa, la muestra sigue entretejiendo historias ahora que ya se puede visitar in situ. Un recorrido que deja el eco virtual para ser guiado por los propios  artífices de la idea, quienes acompañan personalmente al público para dar nuevas ‘puntadas’, explicación tras explicación, desplegando los motivos que dieron y están dando lugar a esta interesante selección de prendas, piezas de vidrio, objetos de original diseño, composiciones únicas que revelan el verdadero valor de todos estos “hilos de la memoria”."

Explicando las 'Gavetas' a los visitantes, conjunto 8 cajas de ensamblaje, cada una con su propia historia.


"Y son muchos los vecinos y usuarios en general que ya se han dejado sorprender por esta exposición tan distinta, tan diferente en todo, por contenido, en su tiempos de apertura, y hasta en la cercanía que despierta en el visitante, “como un auténtico puente que nos lleva del hoy al ayer, que nos trae a la nueva realidad, poniendo así otro sello singular a este encuentro con la dedicación artesanal, sencilla, valiosa por lo que entraña y regala”."



"De hecho, son muy diversas las sensaciones y comentarios que van surgiendo ante tantas creaciones y, por tanto, tantísimas historias como las que permanecen reunidas en la sala Vulcano. Porque allí se mantendrán estos ‘hilos’ que hacen recordar, un muestrario de la memoria  que prolongará su objetivo a lo largo del verano, facilitando que sean muchos más los que se animen y disfruten al descubrirlo. Para ello, indispensable, la solicitud de cita previa. Las visitas se suceden con gran éxito martes, jueves y viernes, entre las 19,00 y las 21,00 horas, como el mejor modo, tal como puntualiza la concejal de Educación y Cultura, Eva Ruiz, “de volver a ver acercarse a nuestros vecinos a la Casa de Cultura, para ir haciendo posible que el centro recobre su uso como espacio para la reflexión, como la que se nos propone con tanto acierto por parte de nuestros artesanos, Ana y Reinaldo, con una muestra que sigue despertando mucho interés”."

Ana explicando a las visitantes 'Plantar el Ganchillo'
Y hasta ahí la nota de la web del Ayuntamiento, si quieren ver la original aquí les dejo el enlace:
https://aytovaldemorillo.com/hilos-de-la-memoria-valdemorillo/

Visita sin guía

Se puede ir a Casa de Cultura sin cita, pero no es seguro que puedan pasar a la sala de exposiciones, en verano los horarios son diferentes, limitados y, dadas las circunstancias particulares de la nueva normalidad, según que actividades se estén llevando a cabo, se podrá pasar o no, tampoco estaremos los artistas, por eso es preferible llamar para pedir cita. Aunque si tienen suerte, van y pueden hacer la visita, les cuento que 'Hilos de la Memoria' la señalamos con unos carteles grandes, donde se resume la historia que cuenta cada pieza, en lugar de las pequeñas cartelas, usualmente difíciles de leer, tradicionales en otras expos.


Los visitantes de esta foto hicieron la visita por su cuenta.

Visitas Guiadas


Desde la re-apertura hemos tenido unas visitas guiadas fantásticas en la sala, a mi particularmente me ayudó tener todo ese tiempo de retiro del confinamiento, para asentar las emociones, para digerir todo, superar toda la carga acumulada de la presión previa al montaje, el estrés máximo durante el montaje. Luego en la inauguración estaba totalmente dominado por la carga emotiva de tanto tiempo trabajando con todas las cosas de mi madre y de ver que el objetivo estaba conseguido, no podía ni hablar, ni durante la inauguración, ni esos días siguientes.

Foto de la primera visita después del confinamiento.


Pero ahora estoy suelto y feliz, disfrutando plenamente de enseñar y explicar la exposición.
Algunas visitantes han contado y compartido sus experiencias en Facebook y aquí se las muestro, muchas gracias a los que han venido a visitarnos y especialmente a las que han escrito para contarlo.








Visitas Virtuales


El confinamiento trastocó todos los planes, los nuestros y los de todos, en nuestro caso específico fue como si nos hubiera aplastado una pesada loza, tuvimos que cerrar solamente a cuatro días de haber abierto, ya nos parecía poco tiempo de exhibición los quince días y se habían reducido a cuatro días; después de dos años de proyecto, preparación, ejecución y toda una semana invertida en el montaje de la sala.

Pero bueno al pasar del tiempo no nos ha resultado mal, la exposición se ha prorrogado, se puede seguir visitando en sala y, la verdad, es que el confinamiento me ha permitido trabajar desde casa y, con tanto tiempo, he podido redactar este blog, desde donde se puede hacer una visita guiada y muy detallada, con descripción de las obras, sus historias y muchas fotos.

Para facilitar esa visita guiada virtual, y que los visitantes virtuales puedan sentirse lo más cercano a estar en vivo en la sala, he creado un índice que les invito a visitar y desde ahí a organizar su visita virtual  https://elblogderennyzam.blogspot.com/2020/06/indice.html


Redes Sociales

El confinamiento nos ha permitido también escribir muchas publicaciones que he compartido en Facebook e Instagram, y de esa forma divulgar mucho más al proyecto. Lo cierto es que limitarse a publicar en las páginas trae pocas recompensas, te dan likes los amigos y familiares de siempre, algunos comentan o comparten, enormemente agradecido a todos esos fieles seguidores que siempre están ahí apoyando.

Pero para que realmente circule por las redes lo que quieres mostrar hay que dedicar mucho tiempo, y eso es algo que sin el confinamiento no hubiera podido realizar. Cuando las publicaciones subían a cien o más personas alcanzadas en Facebook me parecía que era un éxito importante, pero luego, cuando empecé a dedicar más tiempo a la 'exhibición virtual', a compartir de una manera adecuada, empezaron a subir de forma extraordinaria, tanto las personas alcanzadas, como las interacciones con las publicaciones y las visitas a la página. Todavía no salgo del asombro de que miles de personas estén viendo las obras, desde Valdemorillo para el mundo.

Sorprendentes números para ser de la página de una exposición en un centro cultural de un pueblo.




Hasta el momento de escribir esta entrada del blog (que espero seguir actualizando), la publicación con más vistas y también con más interacciones, es la de la siguiente imagen, que corresponde a 'Nadie quiere los ganchillos de la abuela'.



Algunos Comentarios en Orden Cronológico


En el mundo virtual, con la extraordinaria subida del número de visitas en Facebook, empezaron a llegar también los comentarios, estoy muy contento y agradecido por la buena acogida, básicamente en Facebook, hay tantos comentarios alentadores, muchos que merecen ser leídos por más personas y no solamente por mi. Comentarios desde todas partes del mundo, que para responderlos tuve que desempolvar el Inglés, desde mis tiempos cuando trabajaba en multinacionales estadounidenses, hace más de 20 años, no había vuelto a escribir tanto en inglés.

A continuación solo algunos de los comentarios recibidos (espero seguir agregando de más fechas):

3 de junio de 2020

Megan, desde Sudáfrica: Este tipo de publicación es lo que hace que esta página de FB sea la MEJOR. Gracias por compartir

Andrea, desde USA: Hermosa obra de amor y arte

Cica, desde Croacia: Maravillosa imagen que es un recuerdo de la madre. La imagen tiene alma.... lo noté de inmediato, muchas emociones ¡Saludos!

4 de junio de 2020

Janet, desde Canadá: Muy alegre y colorido.

7 de junio de 2020

Charlotte (no sé de donde es): Hermoso

Frank (no sé de donde es): Apasionante

9 de junio de 2020

Minyata, de USA: Eso es muy lindo.

10 de Junio de 2020

Carmen, de Georgia, USA: Qué maravillosa textura y color. Lo has hecho bien por tu mamá.

21 de  Junio de 2020

Cherie, de Texas, USA: Guau! (O cómo decimos en español Que lindo!) Qué hermoso monumento a tu mamá.

Jill, desde USA: Maravilloso

Sharon, desde California, USA: Hermosos recuerdos conservados de una manera maravillosa.

22 de junio de 2020

Sofia, desde Inglaterra: Soy media canaria y es increíble ver una cultura que no se menciona a menudo!!! Me encanta esto! Alegró mi mañana 🥰

Nancy, desde USA: ME ENCANTA esto Reinaldo. Me encantan todas tus publicaciones y exposiciones. Especialmente la historia detrás de las piezas.

Deirdre, desde Irlanda: Fantástico

23 de Junio de 2020

Diny, desde Nueva Zelanda: 'Tan dulce'

Anna, desde Canadá: ¡Un tributo encantador y creativo!

Sheryl (no sé donde es): Qué gran manera de honrar la tradición al incorporarla al siglo XXI. Ojalá inspire a otros.

Alysia, desde Sudáfrica: Wow‼ ️Qué maravilloso homenaje‼ ️💙💜

Judi, desde USA: Qué manera perfecta de recordar a tu madre. No solo usar su trabajo, sino mantenerlo, parece una forma de poder tocarla. Gracias.

Marianne, desde Norteamérica: ¡Hermosa!

Audrey (no sé de donde es): Creativa

30 de Junio de 2020

Rosa María, desde Lima: Me encanta TODO! Desde la Concepción, la esencia, la realización... TODO! Volveré a entrar al Blog por las actualizaciones... no se me vaya a quedar un hilo suelto!

4 de julio de 2020

Nancy: Me encantan estos Reinaldo Zamora Pérez. Soy tu mayor fan!  Esto es lo que hice, en un porche, que llamo mi casa de árbol... Si lo amplias verás algunos de los tesoros de mamá. ( me mandó una foto).

Catherine, Pittsburgh: Qué excelente recuerdo.

Julia, UK: ¡Qué idea tan encantadora!

Heather, Calgari/Canada: ¡Muy interesante! ¡Gracias por compartir fragmentos de tu pasado!

Jan: Todos se ven geniales. Excelente idea.

Camille, California: Hermoso homenaje a mujeres talentosas que trabajaron duro e incansablemente y como dijiste con muy poco reconocimiento, nunca se quejaban. Mi abuela y mi bisabuela cosieron para mantenerse a sí mismas después de que mi bisabuelo dejara la familia. Todavía tengo algunos restos de su trabajo. Podría copiarte 👏👏 gracias por compartir





5 de julio 2020

Lesley:
Muchas gracias por compartir, tan interesante y humilde al mismo tiempo. Lo que escribes es tan sincero que realmente siento que te conozco y me hizo sentir bastante emocionada. Un maravilloso recuerdo y homenaje a esas mujeres 💕

Sarah, Oregón: Siento lo mismo que Camille y Lesley. ¡Eres un narrador adorable! Me gusta cómo compartiste esta historia. Espero escuchar más. Gracias por las buenas sensaciones de esta noche.

Wendy, USA: ¡Muy conmovedor! ❤️

Theresa: Hace años, cuando tuve a mi primer hijo, una abuela encantadora, de unas cuantas puertas más abajo de la mía. Sus hijos no vivían cerca, así que disfrutó al contarme cómo había cosido ropa, sábanas, colchas, etc para su familia, además de cuidar a los niños y el hogar. Ella también festoneo a mano las sábanas. (me dijo que eso le tomó mucho tiempo). Hermosas historias de un estilo de vida del pasado.

Kerrie Robyn: Me encanta esto y tengo recuerdos muy similares

Martina, Alemania: Respeto a esas mujeres increíbles.

Merry, Texas: Me encanta esto - el concepto es genial.

Inés, Melbourne/Australia:  ¡Hermoso!

Michelle: ¡Maravilloso!

Paula, USA: ¡Me encanta! ¡Has capturado lo que siento por la costura! Solía jugar con retales de mi abuela, debajo de la mesa del comedor. ¡Me encanta explorar viejas costuras y piezas sin terminar que encuentro en el ático!
Cada pedacito de costura me tranquiliza y me emociona: el corte de las tijeras a través de la tela, el hum de la máquina de coser, el aroma de la plancha caliente, ya que suaviza el tejido crujiente de algodón...
Perdona que me he dejado llevar ¡me has inspirado!

Brenda, USA: Absolutamente impresionantes obras de arte.

Caitlan: maravillosa manera de honrar a la familia y el trabajo.

Dorothy: Simplemente maravilloso, 💗

Barbara, USA: He hecho muchas cajas, más pequeñas, llenas de viejos tesoros, muchas para regalar, para hacer felices a los amigos. ¡Me encantan estas cajas que compartes!

Boo, Tennessee/USA: ¡Me encanta esto!

Jill, Florida/USA: ¡Simplemente maravilloso!

Sara: ¡Las amo! Aunque creo que falta la tradicional lata de galletas de mantequilla danesas, que invariablemente se convertían en un costurero o joyero (Al menos en Puerto Rico...).

6 de julio de 2020

Debbie: Hermosa

Margaret, Alabama/USA: Maravillosa idea y bellamente hecha.

Canarias


Mención especial merecen nuestros seguidores de Canarias, en especial de La Palma, los "Artesanos Unidos" de la Isla Bonita, de donde era mi madre, y que continuamente comparten y comentan las publicaciones de 'Hilos de la Memoria', gracias de corazón a todos.

Desde allí Gabriela Plata, artesana, pero a la vez entusiasta de la artesanía y las redes, escribió el pasado 21 de junio de 2020:  Hilos de la Memoria es una exposición tan hermosa que es inevitable no compartirla ❤️ Todos tienen que tener la oportunidad de admirarla.



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La sala cuenta con las medidas sanitarias reglamentarias, para visitas en horarios y grupos reducidos. Hay que pedir cita previa en el número de teléfono 91 897 76 15 o escribiendo a la dirección de correo electrónico cultura@aytovaldemorillo.com.



Lo más emocionante de todo este proceso es cuando los visitantes, en vivo o virtuales, nos cuentan sus propias memorias.

Hasta luego y ser felices,

Reinaldo Zamora Pérez

domingo, 19 de julio de 2020

La Mirada del Corazón

He dado muchas vueltas para escribir la historia de 'La Mirada del Corazón', aquí voy otra vez, a ver si en este intento la termino. Para mi sin duda es la instalación más compleja, es que está compuesta por muchos elementos y es donde tengo más cosas que decir.



Idea inicial

La concepción inicial de esta instalación fue de Ana del Burgo, me dio la explicación de una idea que había tenido, hice un primer dibujo con lo que le había entendido de su descripción, y resulta que no era ni parecido a lo que ella había imaginado ja ja ja, entonces me aclaró algunas cosas, entendí, y fue cuando hice el dibujo que se ve a continuación, que nos serviría para trabajar como guía para ejecutarlo.




Sería una red tejida en forma de embudo, para colgar en uno de los antiguos hornos de la fábrica (que ahora forman parte de la esplendida sala de exposiciones), el final del embudo llegaba a un corazón. Pero realmente el sentido de la interpretación sería al revés, es decir, desde el corazón parten los hilos para tejer ese gran embudo, con La Mirada del Corazón.


Maduración y ejecución para 'Hilos de la Memoria'

Fuimos al centro cultural, a medir para saber las dimensiones que debería tener la red-embudo, e imaginar como colgarlo, sería enorme, aún así Ana estaba dispuesta a tejerlo.
Pasamos unos días madurando la idea, valorando el material de tejidos ya elaborados que teníamos (que deberíamos usar, porque era el principal sentido de la exposición: reciclar lo que estaba hecho y convertirlo en piezas de exhibición), con eso nos dimos cuenta que esta instalación sería la ideal para mostrar las piezas más grandes, sin tener que tejer ese gran embudo.

Coincidía que estábamos trabajando simultáneamente en la ejecución de otro montón de ideas, que requerían de mucho tiempo para poder realizarlas, de forma que Ana no se podía dedicar de manera exclusiva a tejer la red, de haberlo hecho así, mucho de todo lo demás nunca lo hubiéramos terminado, y no podrían estar ahora en la exposición.

Así que pasadas las semanas y hasta meses, desde la idea inicial (sería interminable relatar aquí todas las consideraciones que hicimos a lo largo de todo este tiempo), llegamos a la instalación que finalmente está en en uno de los hornos, el que se muestra en verde en el plano a continuación.



Una propuesta que ¡WOW! ¡Qué contentos estamos con el resultado final!
Esta instalación tiene vídeo en el canal de youtube https://youtu.be/pHAqhMmSqmI

Fotografía cortesía de Julio Cesar Mesa Arboleda.


Historia

En mi proceso para crear necesito tener una historia que contar, que me sirva de hilo conductor.  En este caso el proceso fue todo al revés, Ana tuvo la idea y luego el desarrollo a la par que los Hilos de la Memoria me surgían, para ir hilvanando la historia que a continuación relato.

Cuando vine al mundo mi madre tenía 34 años, de mi niñez y adolescencia la recuerdo, además de cosiendo a máquina, también bordando manteles, sábanas, toallas y ropa, trabajaba por encargo, hacía un trabajo muy delicado. Crocheteaba en hilo fino y en perlé, con agujas metálicas de gancho pequeño: mantas, faldones, gorros y patucos para bebés, también otros tipos de piezas, para adultos y el hogar.

Con los años y el esfuerzo la vista le fallaba, le mandaron a usar gafas, compró unas grandes, desde ese momento siempre las usó así, grandes; pero llegó un punto que tuvo que dejar de bordar, no veía, tenía más dificultad con los colores oscuros, luego también tuvo que dejar de hacer ganchillo con hilos finos y fue cuando se pasó a los estambres, lanas gruesas, con agujas con el gancho grande.


1985 - El gran cambio

En 1985 terminé la carrera universitaria y a partir de ahí, y debido a eso, se sucedieron cambios que marcaron el camino hacia mi vida futura. Mejor empleo, más ingresos. También acarreó que al no tener que ir a clases, ni preparar materias, ni estudiar para exámenes, por fin tenía tiempo libre.

Con mi madre en la Universidad Central de Venezuela, después del acto de grado en el Aula Magna, uno de los momentos más felices que recuerdo. Fue el 13 de diciembre de 1985.


Antes del 85 fui un joven responsable, empecé a trabajar a los 14 años (los fines de semana y en las vacaciones), ya nunca dejé de hacerlo. Cuando terminé la secundaria, y mientras esperaba el cupo para la universidad, seguí trabajando, ya en horario completo, estudiaba en horario nocturno, dos años para obtener un título de contable. Al terminar esos estudios entré en la Universidad, hice toda la carrera también de noche. Me levantaba cada día a las 5 y regresaba casi a media noche para cenar y meterme en la cama. A pesar de todos los sacrificios hice la carrera en 5 años y medio, solamente un semestre más de los 10 en los que debería hacerlo un chico dedicado solamente a sus estudios.

Al graduarme, aunque trabajaba mucho más en la oficina, también tenía mucho más tiempo libre que cuando estudiaba; me sobraba dinero para algún capricho, después de pagar todo lo que me correspondía y de lo que ahorraba. Con lo cual por fin podía tener tiempos de ocio. Mi madre ya tenía 60 años, mis hermana y mi hermano hace mucho que se habían marchado, para formar sus propias familias, solamente estábamos en mi casa mi madre y yo. Cuando empecé a irme de excursión, a la playa, o con amigos los fines de semana, mi madre no lo encajó bien. Le gustaba mi faceta de estudiante y de trabajador, pero no la de que me divirtiera y mucho menos que saliera de fiesta, a pesar de que nunca me he emborrachado, ni me he pasado de copas, ni siquiera me he fumado un cigarrillo, aunque lo probé, pero no me gustó, no era para mi.

Un viernes al terminar de trabajar salí a tomar algo con los compañeros de la oficina, luego me encontré con amigos, después a bailar y así, pasándolo bien, como le apetece a cualquier joven de 25 años, se me hizo de madrugada, al llegar a casa, ya con las claras del día, mi madre me estaba esperando en el sofá, desencajada, llorando, sin dormir toda la noche. Le expliqué que si ya era adulto y responsable para estudiar, trabajar, ganarme la vida, también tendría que poder divertirme de vez en cuando, ella me contestó que mientras viviera en su casa tendría que respetar las normas y los horarios, le dije que me parecía bien, que entonces yo tendría que buscar a donde irme.


El amor es música

Esa mayor vida social también me llevó a enamorarme, al ritmo del Careless Whisper de George Michael, y de otro montón de canciones que marcaron mi vida durante ese ciclo, las pueden escuchar y mirar en dos listas que he elaborado para mi canal de Youtube, este es el enlace a la primera de las listas

Cuando me puse a recopilar todas las canciones, me venían en cascada a la memoria los temas y artistas, al final eran tantas canciones de ese ciclo del cambio, entre 1984 y 1985 que tuve que separarlas en dos listas del YouTube, este es el  segundo enlace, que empieza con Queen y su I Want To Break Free  

Pero a pesar de haber seleccionado dos canciones de grandes artistas internacionales para encabezar esas listas, están llenas de temas de aquí y de allá, muchas de cantantes y grupos venezolanos, porque tuve la suerte de coincidir en ese ciclo con la llamada época dorada de la música en Venezuela, una ley obligaba a que en las radios se pusiera una canción nacional por cada extranjera, o cual potenció la creación local.

Una de las ventajas de ser hijo de emigrantes es que te genera curiosidad, al menos en mi caso, por lo de aquí y lo de allá, estar abierto a apreciar y valorar todo sin importar su procedencia, y esa amplitud de miras es algo que tengo que agradecer mucho a haber nacido, crecido y formado en un país caribeño pero en el seno de una familia canaria.

Luego sucede algo que supongo le pasará a la mayoría de las personas, que aquellas canciones de juventud, de los primeros amores, de los bailes juveniles, te van a parecer que serán las mejores para toda la vida y que como aquellos artistas no habrá nunca otros que les superen.


Tejer como Penélope

Pues con esas ganas de volar decidí que tenía que dar el gran paso, así que de inmediato  me puse a buscar una vivienda, obtuve un préstamo hipotecario y me compré un apartamento, en cuanto me lo entregaron me mudé. Me independicé pronto, a los 25 años.

Esa decisión mi madre la encajó aún peor ¿Cómo su niño se iba a ir de la casa, sin pasar por la vicaria, y de un momento para otro? Fue terrible para ella, no paraba de llorar y de pedirme que volviera, entonces si me ofrecía que podría salir de fiesta cuando quisiera, pero que no quería estar sola. Pero ya me había ido, para no volver. Arrastró por años ese trauma, fueron tiempos duros para ella porque no se resignaba y nada le daba consuelo.

Para mi tampoco era fácil, mi madre sabía hacerme sentir culpable, esos pequeños chantajes emocionales que a veces eran muy grandes. Hacía tiempo que ella había dejado de hacer ganchillo en hilo fino, y con más de 60 años no lo quería retomar, porque era forzar mucho la vista, pero le dije que no tenía nada hecho por ella para mi casa y le pedí, nada más y nada menos, que me hiciera una colcha de croché, con hilo fino para mi nueva cama matrimonial (en realidad no tenía cama, sino un colchón en el suelo) pero aspiraba a tenerla. Eso le ocuparía mucho tiempo, la ayudaría a sobrellevar la situación y a mi me dejaría una pieza que de verdad deseaba tener, un recuerdo para siempre de ella.

Con gran dificultad, pero con mucho ánimo, se puso a hacerla, no sé achicaba ante los retos, y menos si era de una técnica que dominaba tan bien, así que con mala vista, pero con la potente mirada del corazón, tejió por muchos meses, más de un año, como Penélope, con la esperanza de que su niño volviera a casa, la colcha, grande, para mi cama de matrimonio, hasta que la terminó. Por eso esa colcha que me tejió es la que está debajo de los corazones.




Tres corazones remendados

Conversando sobre esta instalación con mi compañero en Fulkolor, Miguel, y contándole del corazón que tenia que hacer para el centro de esta instalación, le dije que pensaba que iba a quedar muy pequeño ante las dimensiones del espacio, me dijo que porque no hacía varios. Me pareció buena idea y decidí que tres era el número ideal, así que metido en el taller, resuelto a elaborar los tres corazones, me puse a hacer la plantilla con la forma que los quería.

Pensé en hacer los tres con parches, tipo retales, es un motivo que me gusta mucho y ya estaba pintando los cuadros de la serie 'puntadas sin hilo', pero nuevamente Miguel dijo que tenía otra idea para que no fueran los tres iguales y fue a quien se le ocurrió las tiritas para el corazón partío y la cremallera,
Definitivamente quedaron mucho más llamativos los tres corazones partíos, uno con dibujos de parches, el otro con tiritas y el tercero con cremallera, que reflejan perfectamente lo que quería expresar con ellos: el corazón roto, pero remendado, de una madre que sigue adelante a pesar de todos los obstáculos.



La manga color naranja

Desde el centro de los corazones, sale una madeja y sube para crear ese remolino, esa manga, que a la vez es como una llamarada, de un corazón vivo, que se mueve con cada latido, con cada suspiro.
Está tejido por Ana, realmente es un chal, que atravesó con junco para darle la forma que tiene.



La mente olvida pero el corazón recuerda

Y claro, mientras se teje es imposible no pensar en otras cosas, a pesar de que tejer requiere de mucha atención, para no perder el orden de los puntos, hay que contar, pero también son muchas horas para recordar y un corazón tan sufrido, con tantas heridas y tanta vida detrás, tiene mucho de lo que hacer memoria.
Por eso los cinco paños raídos, zurcidos pero ajados, que cuelgan de los muros del horno, para simbolizar todos esos recuerdos representados en esas fotos antiguas que cuelgan de ellos, un montón de fotos, de la familia y amistades de mi madre, a los que dejó en La Palma cuando emigró a Venezuela, y otros diluidos en el tiempo, de los que ya nadie se acuerda.


Como en ese paño, en el cual el espacio central la ocupa la foto mi abuelo materno (se ve más grande en la siguiente foto).


O en este otro donde los agujeros representan los trozos de memoria perdidos, cuantos momentos importantes vividos, que luego ya nadie los recordará jamas.



20 euros

El el techo de esta instalación hay otra magnifica colcha, enmarcando y aportando calidez a todo este  conjunto, tiene otra interesante historia. No sabemos quien la tejió, Ana cuenta que paseando por un mercadillo había un puesto donde vendían muchas piezas tejidas, parecian de los que recogen cosas por las casas, fue a sacar una foto a esta colcha porque le llamó la atención el punto, el vendedor se la ofreció, pensó que costaría mucho, pero al preguntar cuanto costaba, simplemente por saber, se sorprendió cuando le pidió solamente 20 euros. No dejamos de asombrarnos cada vez que contamos esta historia, tanto trabajo, los días que echaría la señora que la tejió, es que solamente en hilo sería mucho más de los 20 euros. Ahí está, en un lugar destacado, como un homenaje del trabajo, tan poco valorado, de esas mujeres anónimas, como mi madre.



Visillos

Para terminar de darle el toque, quisimos colgar de las dos ventanas que comunican el horno de la sala de exposiciones con el patio de butacas del auditorio, con los visillos que la madre de Ana le tejió como parte de su ajuar, y que seguramente también los hizo con la mirada de su corazón.



Visitas

Seguimos con las visitas presenciales y guiadas en la sala, hasta el 29 de agosto, en la siguiente imagen están los datos necesarios para concertarlas.


Para efectuar la visita virtual guiada propuesta en este blog proponemos seguir el indice incluido en la publicación de este enlace https://elblogderennyzam.blogspot.com/2020/06/indice.html

Les invitamos a suscribirse al blog y al canal de youtube, así como a seguirnos en Facebook e Instagram, en la columna de la derecha están todos los íconos para hacerlo fácilmente.

Y colorín colorado, por fin he terminado de redactar 'La Mirada del Corazón', espero les guste y les deseo que sean felices.

Reinaldo Zamora Pérez.

El Piñonero Azul

¿Un pino piñonero azul? Parece increíble, pero es verdad, aquí está, con sus piñas azules. Deja volar la imaginación y lee la historia.

En la imagen les muestro a 'El Piñonero Azul', una instalación que incluye a un atrapasueños (hecho con ganchillo, junco y fibras), un bol y baldosas de vidrio, y piñas de pino piñonero.



Las piñas como inspiración

En el arte, las piñas de los pinos, tienen una enorme tradición como motivo de inspiración, se ha utilizado en todas las artes a lo largo de la historia y mi madre, no podía ser menos, es un motivo que tejió muchas veces.

Entre todas las piezas tejidas al ganchillo que dejó mi madre estaba el paño azul de la foto, me gusta mucho y por eso quería hacer algo especial, por su color, tamaño y los motivos de piña . Mide unos 53 cms de diámetro, tiene 12 piñas, 6 más grandes y 6 más pequeñas, tejidas con diferentes puntos de ganchillo. Se puede interpretar que hay otras 18 piñas tejidas en el paño pero que no son de piñas abombadas, como las del pino piñonero, sino que son piñas alargadas, como de pino resinero. Las piñas del piñonero tienen las puntas del cono hacia el borde del paño, mientras que las piñas de resinero tienen la punta del cono dirigidas al centro del paño, agrupadas en 4 grupos de tres piñas cada uno..


Anécdota

Aprovechando ese estupendo paño quería desarrollar una idea basada en una anécdota con las piñas que mi madre tejía en los paños de ganchillo.
Cuando era pequeño, jugaba al lado de mi madre, mientras ella trabajaba o hacía labores, siempre he sido muy observador y a veces detenía mis juegos para mirar lo que ella estaba haciendo, recuerdo que en aquella oportunidad me fijé en la figura que tejía en un paño de croché, me parecía bonita y le pregunté que qué era, ella me contestó que era 'una piña'. Hasta ese momento solamente conocía como piña a la fruta tropical, me quedé pensando que las de los tejidos eran unas piñas muy raras porque no se parecían en nada a la fruta. Esa idea me rondó por años en la cabeza, porque cada vez volvía a tejer paños con ese motivo, las piñas.
Vivíamos en un piso en Caracas, no había pinos, al menos no les recuerdo, el que se ponía en Navidad si acaso, y no tenía piñas. No fue hasta mi adolescencia, en 1976, la primera vez que salí de Venezuela en viaje a Canarias, que caí en cuenta de las piñas de los pinos, fue en un paseo a un parque llamado 'Las Raíces', había muchos pinos, de la especie canaria, y cogí mi primera piña en la mano, pregunté que era y me dijeron 'una piña', por fin caí en cuenta y las relacioné con las figuras de aquellos pañitos que mi madre tejió con tanta frecuencia.
Con el tiempo conocí las especies coníferas tropicales que hay en Venezuela, como el pino caribe, y claro al mudarme a la sierra de Madrid, muchas otras variedades que son muy comunes aquí.



En 'Hilos de la Memoria'

Para seguir la visita guiada por 'Hilos de la Memoria' me falta una foto para mostrar más claramente la ubicación en la sala de 'El Piñonero Azul', está después de las 'Gavetas', a mano derecha, en la primera puerta del horno, pero a falta de esa foto de ubicación les comparto esta otra foto de la inauguración, la obra es la que está a mi espalda (soy el calvo), a la derecha de las banderas. 

Durante la inauguración de 'Hilos de la Memoria', de izquierda a derecha Eva Ruiz - Concejal de Cultura, Pámela Spratz - Técnico de Cultura, Santiago Villena - Alcalde, yo y Ana Del Burgo.

La zona verde indica donde está ubicado 'El piñonero azul'


Atrapasueños

Si no sabes lo que es un atrapasueños aquí lo explico rápidamente. Es un objeto hecho a mano, cuya base es un aro fabricado tradicionalmente con madera, con una red en su interior y decorado con diversos elementos.
La tradición de los Ojibwa americanos dice que su función es filtrar los sueños, dejando pasar solo los buenos; los sueños que no se recuerdan es porque se han bajado por lo que cuelga del aro, que usualmente son plumas. Las pesadillas se quedan atrapadas en la red y se queman con la luz del sol al amanecer para que no se cumplan.
Generalmente se cuelgan con un hilo del techo, encima de la cama.
Para nosotros es mucho más que todo eso, es un objeto de arte.

Hablé del proyecto con Ana, esta idea surgió, cuando ya teníamos avanzadas el resto de las ideas para las obras de la exposición y ya estábamos con el tiempo justo, pero Ana vio claramente las posibilidades y que podía hacer un estupendo atrapasueños con ese paño, desde luego sería uno grande, probablemente el más grande que habría realizado hasta los momentos. Se puso manos a la obra a darle forma al junco, para poder armar y montar al atrapasueños.



Luego de seco el junco y ya con la forma de circunferencia, Ana cosió para montar el paño, uniéndolo con el marco.



Piñonero Azul

Mientras Ana montaba el atrapasueños yo continuaba dándole vueltas a la cabeza, pensando en como completar la obra, donde ubicarla, que nombre darle, etc.
Era evidente que el atrapasueños tendría que estar colgado y me lo imaginé como un pino, alto como un pino que se dice, un pino piñonero y azul, así surgió el nombre de la obra 'El Piñonero Azul'.
Las piñas caen de los pinos por lo que para hacer la fantasía más real decidí poner piñas azules debajo del atrapasueños. Me puse a recoger piñas, un montón de piñas, que cuando las tienes en el taller parecen muchísimas pero cuando las llevas a la sala de exposiciones siempre parecen pocas.


No tuve que ir muy lejos para recoger las piñas porque tengo ese estupendo ejemplar de pino piñonero en el patio y coincidió las fechas de preparación de la obra con la época en que caen las piñas.

Antes de pintarlas les hice hice un proceso para quitar la resina y acelerar el proceso de secado de las piñas.

Piñas recién recogidas.

Las piñas en remojo con agua caliente y vinagre para eliminar la resina.
Después las piñas las calenté al horno para quitarles la humedad, una vez secas me puse a pintarlas.

Piñas durante el proceso de pintura

Nunca es suficiente

Cuando me pongo con un tema sigo dándole vueltas hasta no estar completamente satisfecho y no me parecía suficiente, no creía que estuviera plasmando todo lo que quería expresar solamente con el atrapasueños y las piñas azules.
Me faltaba el vidrio, me puse a buscar trozos, me decidí por dibujar y pintar piñas, para hacer como unas baldosas, con el dibujo tomado del mismo paño y, ya con las piñas esmaltadas por mi en vidrio, con todo eso, integrarlo en la composición.


Las baldosas esmaltadas con piñas recién salidas del horno

Quería que todo el conjunto de la instalación 'El Piñonero Azul' luciera como una obra compacta, que se entendiera como una única obra, aunque estuviera elaborada con un montón de piezas separadas, así que le hablé a Ana de la posibilidad de poner flecos que colgaran de la parte de abajo del atrapasueños, que llegaran casi hasta el suelo, me dijo que si y se puso a ello, con algodón crudo y rafia azul. me dijo que si le podía llevar algunas escamas de piña para atarlas a los flecos, de inmediato salí al jardín a recolectar escamas de piña de los alrededores de nuestro piñonero.



Es increíble como las piñas se mantienen unidas, incluso al caer del árbol, casi siempre desde una altura considerable, y aún así la mayoría de las veces la piña se mantiene intacta, sin perder ni una escama, aún cayendo sobre superficies duras. Pero en algunos casos si se desprenden y reuní unas cuantas escamas, que también las pinté de azul para dárselas a Ana y que las uniera a los flecos.


Bol


Quería un contenedor para las piñas y, no se porqué, pero inicialmente asociaba las piñas con un cartón de huevos, supongo que es porque las piñas tienen forma parcialmente ovoide, por lo cual había pensado hacer un termoformado en vidrio con la forma del cartón de huevos y en lugar de huevos quería poner piñas naturales, Pero finalmente opté por hacer un bol, me pareció estéticamente más limpio, también circular como el atrapasueños, en tonos azules diluidos, como si la resina azul del pino pringara y se escurriera por las paredes del vidrio.


En la foto no se distingue pero la superficie del vidrio, por el lado de abajo, tiene una textura imitando las escamas de la piña.

Satisfacción por el trabajo bien hecho

Con esto por fin estaba contento, creía que por fin había cerrado el círculo y tenía la obra que quería, pero claro todo estaba en mi cabeza, faltaba ver como quedaría todo el conjunto instalado en la sala.
No puedo estar más contento de como quedó, incluso mejor de lo que me había imaginado.
Para instalar otras obras de la exposición me tuve que subir a una pasarela que pasa por encima de la sala y como eso ocurrió cuando el piñonero ya estaba instalado aproveche de tomar la siguiente foto, una pena que no haya acceso al público a la pasarela (es complicado llegar allí) porque da una visión totalmente diferente, por eso me encanta compartir esta foto que proporciona un ángulo que nadie más ha visto, a mi me parece que es el mejor que se puede tener para apreciar esta obra.


También me gusta mucho como quedó la zona del suelo. Sobre una peana plana blanca está el bol, con una sola piña dentro, rodeado de las baldosas de vidrio con el dibujo de las piñas, a manera de un mosaico, y las piñas naturales, pintadas en el tono azul del paño, colocadas a diferentes niveles aprovechando el empedrado y los escalones de los ladrillos antiguos del horno. Todo simbolizando que el paño es el pino del que han caído las piñas.


Con todas las fotos que he compartido en esta publicación y algunas más he montado un vídeo que se puede ver en mi canal de YouTube, aquí les dejo el enlace del vídeo https://youtu.be/nuk69nEEzqk

Hacer Piña


Al empezar la crisis del coronavirus, escuché varias veces la expresión 'Hacer piña' y , ya lo comenté antes, se refiere a esa maravillosa forma natural de las piñas, que a pesar de estar formada por un montón de piezas, cada una diferente, tiene la facultad de que siempre se mantienen unidas, como una sola. Pues esa piña que se pedía para ayudar a superar esta crisis, al menos aquí en España, saltó por los aires, cada escama cayó por su lado, así seguimos y no parece que haya forma de recomponerse.

En esos días del principio de la crisis, cuando unos cuantos soñadores creían que el mundo sería mejor y que todos y cada uno de nosotros volveríamos a la calle convertidos en personas ejemplares de los pies a la cabeza, la psicóloga italiana Francesca Morelli publicó el siguiente texto, justamente pidiendo hacer piña, se hizo viral en las redes sociales y se los transcribo a continuación, porque me gusto mucho cuando lo leí y lo guardé para compartilo en este momento.
https://www.facebook.com/IlBlogDellaPsicologa/posts/2490728477923163?__tn__=K-R

'La Piña' - acrílico sobre lienzo de la serie 'Puntadas sin Hilo'


“Creo que el universo tiene su manera de devolver el equilibro a las cosas según sus propias leyes, cuando estas se ven alteradas. Los tiempos que estamos viviendo, llenos de paradojas, dan que pensar...

En una era en la que el cambio climático está llegando a niveles preocupantes por los desastres naturales que se están sucediendo, a China en primer lugar y a otros tantos países a continuación, se les obliga al bloqueo; la economía se colapsa, pero la contaminación baja de manera considerable. La calidad del aire que respiramos mejora, usamos mascarillas, pero no obstante seguimos respirando...

En un momento histórico en el que ciertas políticas e ideologías discriminatorias, con fuertes reclamos a un pasado vergonzoso, están resurgiendo en todo el mundo, aparece un virus que nos hace experimentar que, en un cerrar de ojos, podemos convertirnos en los discriminados, aquéllos a los que no se les permite cruzar la frontera, aquéllos que transmiten enfermedades. Aún no teniendo ninguna culpa, aún siendo de raza blanca, occidentales y con todo tipo de lujos económicos a nuestro alcance.

En una sociedad que se basa en la productividad y el consumo, en la que todos corremos 14 horas al día persiguiendo no se sabe muy bien qué, sin descanso, sin pausa, de repente se nos impone un parón forzado. Quietecitos, en casa, día tras día. A contar las horas de un tiempo al que le hemos perdido el valor, si acaso éste no se mide en retribución de algún tipo o en dinero. ¿Acaso sabemos todavía cómo usar nuestro tiempo sin un fin específico?

En una época en la que la crianza de los hijos, por razones mayores, se delega a menudo a otras figuras e instituciones, el Coronavirus obliga a cerrar escuelas y nos fuerza a buscar soluciones alternativas, a volver a poner a papá y mamá junto a los propios hijos. Nos obliga a volver a ser familia.

En una dimensión en la que las relaciones interpersonales, la comunicación, la socialización, se realiza en el (no) espacio virtual, de las redes sociales, dándonos la falsa ilusión de cercanía, este virus nos quita la verdadera cercanía, la real: que nadie se toque, se bese, se abrace, todo se debe de hacer a distancia, en la frialdad de la ausencia de contacto. ¿Cuánto hemos dado por descontado estos gestos y su significado?

En una fase social en la que pensar en uno mismo se ha vuelto la norma, este virus nos manda un mensaje claro: la única manera de salir de esta es hacer piña, hacer resurgir en nosotros el sentimiento de ayuda al prójimo, de pertenencia a un colectivo, de ser parte de algo mayor sobre lo que ser responsables y que ello a su vez se responsabilice para con nosotros. La corresponsabilidad: sentir que de tus acciones depende la suerte de los que te rodean, y que tú dependes de ellos.

Dejemos de buscar culpables o de preguntarnos porqué ha pasado esto, y empecemos a pensar en qué podemos aprender de todos ello. Todos tenemos mucho sobre lo que reflexionar y esforzarnos. Con el universo y sus leyes parece que la humanidad ya esté bastante en deuda y que nos lo esté viniendo a explicar esta epidemia, a un alto precio."



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Fantasía, fantasía y más fantasía, que no falte por favor, pon a funcionar la imaginación en todo lo que hagas.

Hasta luego y ser felices,

Reinaldo Zamora Pérez