martes, 7 de julio de 2020

Puntadas sin hilo

Cuando era un niño mi madre cosía para fábricas, vestidos femeninos, llevaba el paquete con los vestidos terminados y volvía con el paquete con las telas cortadas y con todo lo necesario para confeccionarlos: botones, hilos, encajes, telas, patrones, etc. Cosía en su máquina Singer, la clásica negra con dorado con mueble de madera y hierro fundido. Al final de cada lote de costura quedaban piezas que pasaban a engrosar el costurero de mi madre, como ya lo conté en https://elblogderennyzam.blogspot.com/2020/05/gavetas.html

Pasados los años, aunque mi madre ya no cosía para fábricas y a que aprovechaba todo, seguían guardados un montón de retales de telas diferentes. A insistencia mía, accedió a hacer una colcha de parches, ella no sabía que era eso, se lo expliqué, porque lo había visto en algún sitio, y me puse a ayudarla, le cortaba las telas y ella las cosía; así que entre los dos hicimos una colcha de 'Patchwork', sin saber que se llamaba así a esa técnica.

Yo era joven, seguramente fue a finales de los 70's o principios de los 80's, porque me independicé a los 25, y eso fue antes de irme de la casa materna. Cuando nos mudamos a España, la colcha se quedó en Venezuela, porque ya tenía muchos años y estaba bastante gastada, así que no sabemos a dónde fue a parar.

Esa experiencia, que recuerdo con especial cariño porque fue algo que hicimos en conjunto mi madre y yo, me ha inspirado esta serie de cuadros que he pintado con la técnica de acrílico sobre lienzo, donde busco imitar los parches de tela con costuras pintadas. Una serie a la que he llamado 'Puntadas sin hilo', recordando la técnica del patchwork, donde he destacado el efecto de las costuras para que se vean, aunque sean pintadas.

Una ampliación de uno de los cuadros para que se puedan observar mejor las puntadas sin hilo.



Las primeras 'Puntadas sin Hilo'

Durante el año 2019, pasando una temporada en Canarias, pero ya con 'Hilos de la Memoria' en mente y las fechas de la exposición fijada, tenía que hacer algo manual, pero allí no tenía los materiales necesarios para trabajar (ni el vidrio, ni los ganchillos de mi madre), pero si podía pintar.

Necesitaba pintar unos cuadros para un piso que estaba decorando, y al estar conectado con el tema de la exposición y recordar lo de la colcha de patchwork, pinté los cuadros que les muestro a continuación, que, aunque no están en la exposición, si son el inicio de esta serie llamada 'Puntadas sin Hilo'.






La verdad que estaba muy entusiasmado con el resultado, cada vez que pintaba uno me gustaba más que el anterior, pero los creadores somos muy exigentes con nosotros mismos y si, eran muy bonitos. decorativos, tenían la anécdota del patchwork con mi madre pero, quería contar todavía más.

No necesitaba más lienzos, pero tenía unos marcos de fotos que estaban vacíos y pensé que les quedarían estupendas unas acuarelas originales pintadas por mi. Así que di otro salto, volví a mis inicios infantiles que fueron con acuarela, pero ahora con un propósito, esta serie de 'Puntadas sin Hilo' y el plus, que era incorporar una figura central al cuadro. Me puse con ello, primero fue un corazón, después una hoja, más tarde una caracola.

'Corazón' - acuarela sobre papel. Serie 'Puntadas sin hilo'


'Hoja' - acuarela sobre papel. Serie 'Puntadas sin hilo'


'Caracola' - acuarela sobre papel. Serie 'Puntadas sin hilo'


Y así fue como decidí que los cuadros que quería pintar para 'Hilos de la Memoria', además de recordar la anécdota del patchwork, también deberían tener un motivo central que contara otra historia.

En 'Hilos de la Memoria'

En esta muestra son nueve cuadros los de la serie 'Puntadas sin Hilo', y están distribuidos como se ve en el plano de la sala que mostramos a continuación, señalados en verde.



Los cuadros son los siguientes, por la derecha son estos seis: 'Piña', 'Lechosa', 'Caracola', 'Corazón', 'Isla bonita' y 'Hojarasca'.



Por la izquierda hay tres cuadros 'Superluna', 'Montaña de la Felicidad' y 'Pera y Manzana'.

Entre 'La Montaña de la Felicidad' y 'Pera y Manzana' está ubicada otra obra, que se llama 'No mires atrás'.



Piña

La historia con las piñas ya la conté en el 'Piñonero Azul', este cuadro con una piña, también azul, es una prolongación de aquella otra obra, de la que pueden leer y ver las fotos en https://elblogderennyzam.blogspot.com/2020/05/una-pina.html



Lechosa


En Antímano nuestra vecina Bibina tenía un enorme granado a la entrada de su casa, y en el patio de atrás tenía dos árboles de aguacates, será porque yo era pequeño, pero a mí me parecían gigantes, en temporada me asomaba a la ventana, me entretenía contando el montón de aguacates que colgaban de sus ramas. En la cosecha siempre nos regalaba, trato de recordar el rostro de Bibina y no lo consigo, sin embargo parece que estuviera probando ahora mismo el delicioso sabor de aquellas frutas jugosas, cada una con sus respectivos aroma a fruta madura.

En mi casa no faltaba la lechosa (papaya en España), a mi madre le encantaba, la comía a diario, las compraba verde y con el cuchillo le hacia cortes a lo largo de la piel para deslecharla. A mí no me gustaba la lechosa, aunque estuviera madura, ni que me la diera picadita, ni con azúcar. Lo que si me gustaba y me sigue gustando es el dulce de lechosa, aunque hace mucho que no lo como, se hace con la lechosa verde y es típico en Venezuela para la Navidad.

Cuando me vine a Madrid entendí el privilegio que representa vivir en un clima tropical, porque permite tener generosos frutales, que con poco cuidado dan una cosecha espléndida de frutos hermosos. Recuerdo un árbol de mango en cada esquina y lechosas, con sus frutos grandes, carnosos, con mucho que comer y sabor a fruta de verdad. Ahora quisiera comer de aquellas lechosas que antes despreciaba.




La Caracola 


Ir a la playa era lo mejor del mundo, teníamos pocas oportunidades de hacerlo, porque, aunque no era lejos, mi madre nunca tuvo coche ni aprendió a conducir así que teníamos que esperar a que familia, amigos o vecinos nos invitaran. Teníamos unos primos que vivían en Las Salinas y allí fue donde más veces fui a la playa. Desde el momento que llegaba no salía del agua, me tenían que obligar para salir a comer o a descansar.

No quería comer en la playa porque luego había que esperar dos horas, ¡dos largas horas!, para hacer la digestión y poder volver al agua, así que ese tiempo lo dedicaba a buscar entre la arena, porque recuerdo que en aquella época la orilla siempre estaba llena de tesoros, conchas marinas o trozos de vidrio matizados por el roce de las olas del mar, los recogía y hacía colección, otra cosa que se perdió con las mudanzas. Ahora cuando voy a la playa no encuentro tesoros, solamente colillas y basura plástica. 



Corazón

Después de años de luto riguroso, por la muerte de mis abuelos, primero su madre y sin terminar el luto por ella, su padre, por fin se lo quitó, dijo que no se volvería a vestir de luto, y llegó el color. Muchas veces con combinaciones que en principio a mi me parecían estridentes, que yo, dentro de mi inocencia y curiosidad le cuestionaba, pero ella se mantenía en sus trece, colores muy alegres, vivos, con muchas flores, pero no solo en una prenda, que podía estar bien, sino que se las ponía una sobre la otra, al mismo tiempo, cada una con estampados diferentes y gamas de colores distintos.

Así aprendí a mirar el mundo de otra manera y a procurar apreciar cada matiz aunque en principio no me parezca que combinen.




'Isla Bonita' / 'Hojarasca'

La 'Isla Bonita' y 'Hojarasca' son los dos cuadros siguientes, cada uno de ellos tiene una entrada especifica en este blog.
'Isla Bonita' https://elblogderennyzam.blogspot.com/2020/06/la-isla-bonita.html
'El Crujir de la Hojarasca' https://elblogderennyzam.blogspot.com/2020/06/el-crujir-de-la-hojarasca.html



Del otro lado

Vamos ya con los del lado izquierdo: 'Superluna', 'Montaña de la Felicidad' y 'Pera y Manzana'





Superluna


Recuerdo que los años que mi madre vivió en Candelaria, en Tenerife, fueron sus años más felices, a pesar de que ya era mayor y se puede pensar que la falta de juventud era una desventaja, y claro el tener lejos a sus hijos y nietos era una gran contrariedad, pero sin embargo creo que la libertad de movimiento compensaba cualquier aspecto negativo, se lo notaba cuando hablaba con ella o cuando la iba a visitar.

Por primera vez era independiente, sin preocupaciones por el dinero, tenía su pequeña pensión que le era más que suficiente, le daba independencia económica, sin tener que trabajar más, con tiempo y un poquito de dinero, estando en un sitio con todo a mano, y que lo que más le preocupaba, que eran los achaques, porque era bastante hipocondríaca, tenía muy a mano el centro de salud, la farmacia y el resto de servicios, como los supermercados o la panadería, podía ir a hacer todo caminando.

Iba a los bailes semanales en el Centro de Mayores 'Antón Guanche', que le quedaba al cruzar la calle, y su preocupación durante la semana era saber que se iba vestir para el baile o los paseos con el hogar del mayor, así que cada semana me decía que se había comprado algo, una blusa, una falda  lo que fuera.

El apartamento de Candelaria tiene vistas espectaculares, al mar, mi madre estaba encantada con vivir allí, y cada luna llena, desde su ventana parece una superluna.




La Montaña de la Felicidad






Pera y Manzana

Este cuadro lo hice como una versión de una acuarela que pinté, hace muchos años, que también está en la exposición y de la que hablaré en otra entrada dedicada a mi madrina Juana. 



El décimo

Hay un décimo cuadro de la serie 'Puntadas sin hilo', el más grande, pero forma parte de una instalación que se llama 'Escalera al Cielo', de la que todavía no he publicado en el blog. El cuadro se llama 'Nube' y hace de cielo en la mencionada instalación.





Síguenos


Si no puedes desplazarte para una visita en persona, o has venido a verla y te quieres mantener al tanto de nuestra publicaciones, ahora es aún más fácil seguirnos.

En la columna de la derecha puedes dar 'Me Gusta' a las páginas de Facebook  de 'Hilos de la Memoria' y también de la de Fulkolor. Igualmente hay un espacio para que puedas escribir tu dirección de correo electrónico, si lo haces y pinchas en 'Submit', cada vez que escribamos una nueva entrada, recibirás una notificación que te avisará de las novedades.

Te invitamos a seguirnos y comentar tus impresiones y/o experiencias en este blog, o en nuestras redes sociales:

Facebook https://www.facebook.com/hilosdelamemoria/ o

Instagram https://www.instagram.com/hilosdelamemoria/

Nos pueden identificar tanto en Facebook, como en Instagram como @hilosdelamemoria.

Si quieres además hacer una visita física a 'Hilos de la Memoria', estaremos encantados de recibirte, porque las obras y nosotros estamos deseando contar historias y de escuchar las de los visitantes. 
La sala cuenta con las medidas sanitarias reglamentarias, para visitas en horarios y grupos reducidos. Hay que pedir cita previa en el número de teléfono 91 897 76 15 o escribiendo a la dirección de correo electrónico cultura@aytovaldemorillo.com.



Lo más emocionante de todo este proceso es cuando los visitantes, en vivo o virtuales, nos cuentan sus propias memorias.

Hasta luego y ser felices,

Reinaldo Zamora Pérez

2 comentarios:

  1. Sí,debe de ser una en suerte disponer de unos hermosos árboles y unos frutos tan sabrosos.Maravilllosa vegetación regalo de la exuberante vegetación tropical.

    ResponderEliminar